Derrumbe de una obra: el dueño de la casa lindera ya había advertido que podía pasar

El derrumbe de una obra en construcción y los importantes daños que ocasionó sobre la vivienda lindera, en Arenales al 3300, provocó que la familia que vive atraviese horas de incertidumbre y, sobre todo, enojo porque -asegura- ya habían advertido que el avance de la obra ponía en riesgo la estructura de su casa.  

Así lo aseguró este viernes Leonardo, quien vive en el lugar junto a su pareja y la hija de ambos, una nena de diez años que quedó en estado de shock producto de la fuerte explosión que se escuchó al ceder la obra.

El hombre, que junto a su familia debió abandonar el hogar de manera preventiva, denunció que días atrás había alertado tanto al responsable de la obra como al municipio que el avance de los trabajos empezaba a provocar grietas en las paredes y techos de planta alta, en donde se encuentran las habitaciones.

Más allá de los daños materiales, Leonardo hizo hincapié en que la caída de la estructura podría haber terminado en tragedia, ya que estaban por acostarse a dormir cuando sucedió todo. “La pileta, donde mi nena había estado jugando con mi amiga un rato antes, quedó llena de escombros”, graficó. 

En declaraciones a Radio Brisas, el vecino insistió en que ya había manifestado su preocupación por las rajaduras que empezaba a presentar su vivienda pero ni el dueño de la obra ni el municipio escucharon los planteos. Incluso, dijo desconocer si Obras Privada “hizo alguna inspección” en el lugar.