Lo que nos dejó ser campeones del mundo en Qatar

Qatar 2022 nos dejó muchísimo y no solo por lo deportivo y por la Copa del Mundo. Lionel Messi siguió rompiendo récords y fue más capitán que nunca: nos dio esperanza cuando era necesario y bancó la parada con un estilo maradoniano nunca antes conocido. Y Lionel Scaloni nos enseñó a mantener la templanza y a lograr los sueños con esfuerzo y trabajo.

Argentina, además de la hermosa Copa, se trajo tres de los 4 premios más importantes del Mundial y así calló muchas bocas con hechos. Hubo mamosos de otros países, referentes, y también aficionados del futbol vistiendo con orgullo nuestras camisetas con el 10: sí, las pasiones no entienden de fronteras. Argentina es marca, y es pasión.

Países bien lejanos con los que pensábamos tener poco o nada en común se volvieron hermanos. Bangladesh, India o Haiti nos apoyaron como si fuesen argentinos y  hasta se decidió abrir una embajada en uno de esos países.

¿Una argentinidad al palo? Convertimos juntar figuritas en una cuestión de Estado, mercado negro por desabastecimiento que llevó a una reunión entre la empresa y el Gobierno. Sí, Argentina… no lo entenderías… o sí

Tuvimos la hinchada más grande en todos los partidos. Y tuvimos la manifestación más grande de nuestra historia con más de un millón de argentinos, sin grietas, unidos por lo mismo.

La película de este Mundial lo tuvo todo. Drama, tensión, lucha, héroes y villanos. Un final electrizante y un cierre feliz para Messi y para todos nosotros. La Scaloneta es un sentimiento. Vamos Argentina.