Twitter demandó a Elon Musk por incumplir el acuerdo de compra

La compra de Elon Musk a Twitter por 44 mil millones de dólares parecía ser uno de los momentos destacados del año. Tras haber anunciado una serie de potenciales cambios en la plataforma, todo indicaba que se venía una revolución en las redes sociales. Pero por problemas entre el magnate y Twitter durante el traspaso de información de la empresa, Musk decidió retirar su oferta de compra y la red social del pajarito le inició una demanda por incumplimiento de contrato.

La denuncia presentada en el estado norteamericano de Delaware insta al tribunal a ordenar al científico que complete su acuerdo de compra de Twitter, ya que argumentan que ninguna indemnización podrá reparar el daño que causó a la compañía.

"La conducta de Musk confirma que quiere escapar del contrato vinculante que firmó libremente, y dañar a Twitter en el proceso", indicó la demanda.

 "Twitter ha sufrido y seguirá sufriendo un daño irreparable como resultado de los incumplimientos de los demandados", continuó.

El conflicto entre Elon Musk y Twitter inició hace dos semanas atrás, cuando el magnate acusó a la red social de realizar declaraciones engañosas sobre el número de cuentas falsas que posee la plataforma. Este dato era fundamental para Musk, ya que este tipo de cuentas perjudicaba el funcionamiento de la red social del pajarito en el resto de los usuarios.

Tras varios días de idas y vueltas, finalmente el empresario sudafricano se retiró de la compra y generó un gran revuelo en todo el mundo. 

"Dijeron que no podía comprar Twitter. Luego no quisieron revelar la información de los bots. Ahora quieren obligarme a comprar Twitter en los tribunales. Ahora tienen que revelar información sobre bots en los tribunales", escribió Musk en un tweet el pasado fin de semana, fiel a su estilo provocador.

Twitter defiende su control de cuentas falsas. Según estima la compañía el 5% de los usuarios pertenecen a esta categoría, pero esta es cuestionada por Musk, que piensa que son muchas cuentas más.

La res social del pajarito ahora obliga al científico a completar la compra, sentando las bases para una batalla judicial potencialmente larga entre el magnate y Twitter, que curiosamente se había opuesto a vender la compañía desde un principio.