Profesionales de la información expresaron su “preocupación” por la situación de las bibliotecas municipales

En el día en que en Argentina se celebra el Día del Bibliotecario y la Bibliotecaria, instituciones representativas de los profesionales de la información dieron a conocer su “preocupación” por el estado en que se encuentran las bibliotecas barriales y escolares que dependen de la Municipalidad de General Pueyrredon.

En un comunicado conjunto del Departamento de Ciencia de la Información de la Facultad de Humanidades de la Unmdp, el Centro de Graduadxs de dicha unidad académica, la Asociación de Bibliotecarios de la República Argentina, Delegación Costa Atlántica (Abgra) y el Sindicato de Trabajadorxs Bibliotecarixs de Argentina (Sitba), apuntaron contra la “disminución de la cantidad de bibliotecarixs profesionales de la información responsables de bibliotecas públicas debido a jubilaciones, fallecimientos y renuncias”.

“Este hecho ha provocado vacantes que no han sido ocupadas por nuevos nombramientos, dejando a las unidades de información sin responsables, lo que conlleva a la consiguiente degradación del servicio afectando gravemente a la comunidad marplatense”, aseguraron, a la par que dieron a conocer que un total de 9 bibliotecas barriales se encuentran cerradas en la actualidad. Son las bibliotecas Almafuerte (Regional), Castagnino (Estación Camet), Joaquín V.González (San José), Ángel Senger (Cerrito Sur), Jaboco Amar (San Cayetano), Eduardo Mallea (Bernardino Rivadavia), San Martín (López de Gomara), Alfonsina Storni (Aeroparque) y Alfonsina Storni (Parque Camet); mientras que la Leopoldo Marechal (Centro), se encuentra cerrada por refacciones que vienen demoradas.

“Resulta imprescindible subsanar esto aprovechando la disponibilidad de profesionales capacitados que actualmente prestan servicio en el Programa Educativo Barrial (PEBa), como bibliotecarixs escolares en las escuelas del sistema educativo municipal”, propusieron.

En cuanto a las bibliotecas escolares municipales, cuestionaron que quienes trabajan en el PEBa lo hacen bajo situación de precarización laboral, ya que “son contratadas como ´extra programático´´ con baja cada 8 meses, y vueltas a contratar de la misma forma 4 meses después de las bajas. Esto se lleva a cabo sistemáticamente desde hace 10 años, y siempre con la incertidumbre sobre la continuidad del programa”.

Si bien reconocieron que este año el gobierno municipal llamó a concurso abierto para cubrir cargos de bibliotecario escolar, reclamaron que las normativas municipales generan complicaciones, como el límite de edad fijado a los 50 años.

Los profesionales de la información finalmente solicitaron a las autoridades la reapertura de las bibliotecas barriales cerradas y “el ingreso a planta permanente de la totalidad de las compañeras bibliotecarias teniendo en cuenta que ellas ya son parte del sistema y cuentan con la debida experiencia acorde a la función, lo que daría respuesta al funcionamiento que las bibliotecas barriales necesitan, estando a cargo de profesionales formados”.