Histórica movilización en Plaza de Mayo: "Llamamos a la unidad nacional pero no a cualquier precio"

Organizaciones sindicales, sociales y políticas junto a representantes de organismos de derechos humanos leyeron este viernes por la tarde el documento “en defensa de la democracia” frente a una Playa de Mayo colmada por la protesta que se gestó en repudio al ataque armado que sufrió la vicepresidenta Cristina Kirchner frente a su casa en la noche del jueves.

“Desde hace varios años, un sector minúsculo de la dirigencia política y de sus de medios partidarios viene repitiendo un discurso de odio, de negación del otro, de estigmatización, de criminalización de cualquier dirigente popular o afín al peronismo y, aún, de cualquier simpatizante”, se acusó en el texto, cuya lectura estuvo a cargo de Alejandra Darín, presidente de la Asociación Argentina de Actores.

En el documento leído desde el corazón de la Plaza de Mayo, se remarcó que “no es inocente ni gratuita la legitimación de discursos extremos y de llamados a la agresión y de planteos que niegan legitimidad democrática del adversario político”.

“Nadie es individualmente responsable por las acciones de otros pero que quienes cedieron minutos de aire a los discursos de odio deberán reflexionar sobre cómo han colaborado hasta llegar hasta esta situación”, se apuntó, en el mismo sentido.

A su vez, en el documento se señaló que “el pueblo argentino está conmovido e impactado” y concluyó con un “llamamiento a la unidad nacional”. “Esto no puede ser a cualquier precio: el odio, afuera”, sentenció Darín, en su lectura.

La movilización a Plaza de Mayo de esta tarde, que alcanzó un nivel de masividad pocas veces visto, corona las manifestaciones que se realizaron a lo largo de las últimas horas a lo largo y ancho del país, incluyendo a Mar del Plata, para hacer sentir el repudio al intento de magnicidio.

La jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo son quienes están a cargo de la causa que, por el momento, tiene como único imputado a Fernando Andrés Sabag Montiel, el brasilero de 35 años que en la noche del jueves le apuntó con un arma a la cabeza a centímetros y gatilló aunque no salió el disparo. El hombre está imputado por el delito de "tentativa de homicidio calificado", que tiene una expectativa de 4 a 25 años.