Desilusión mundial: Argentina perdió con Dominicana y quedó afuera

El conjunto de Pablo Prigioni estuvo al frente toda la noche pero se fue diluyendo en el tramo final del partido y perdió un partido increíble que lo deja sin Mundial 2023. 

Los 29 puntos de Deck no alcanzaron para ganar y el mazazo fue tremendo en el "Poli". (Fotos: Diego Berrutti)

26 de Febrero de 2023 22:50

Estamos acostumbrados a las grandes gestas del básquet argentino. La Selección nos representa, nos enorgullece, nos dio miles de alegrías. Y ahora llegó el tiempo de una tristeza, de una herida que va a tardar en cerrar, pero que tendrá que servir de vitamina para el futuro. Para repensar, para empezar de nuevo, para dejar atrás una frustración difícil de olvidar. Argentina perdió en el Polideportivo "Islas Malvinas" frente a República Dominicana por 79 a 75 y quedó afuera del Mundial 2023 que se disputará en Filipinas, Indonesia y Japón. Un golpe durísimo para el deporte argentino.

Es difícil analizar el partido desde lo que fue. Porque en estas "finales", sólo sirve ganar, entonces no alcanzarán los 29 puntos de Gabriel Deck, que bajó del avión y jugó como si estuviera con sus compañeros desde el primer día, los pasajes de siempre de Facundo Campazzo, la entrega y el temperamento de "Pato" Garino, el acompañamiento de todos. Quedarán en la memoria los 17 puntos de ventaja (59-42) que hubo en el tercer cuarto y no se pudieron sostener, las pelotas perdidas, algunas desatenciones que costaron caro y, sobre todo, la ultra dependencia de sus figuras. Además del goleo de "Tortu", apenas otros tres jugadores llegaron a los dos dígitos, pero hasta ahí, con 10 unidades. Faltaron opciones, faltaron manos anotadoras, faltó goleo repartido para los momentos del partido que necesitaban cosas distintas y guardarse el "as de espadas" para situaciones puntuales.

Empezó mejor Dominicana pero rápidamente tomó el control Argentina y lo fue manejando. Le costó sacar una diferencia muy amplia, pero la sensación era de ser superior, de estar con el ánimo muy arriba, en su casa, con su gente. Campazzo contagiaba, para Deck parecía fácil anotar, todo fluía, aunque no era suficiente para alejarse. Todo el tiempo daba la sensación que se quebraba, que el equipo de Prigioni lo rompía y que el resto iba a ser una fiesta. Pero nunca pasó. Lo quebró (59-42) promediando el tercer parcial, pero no lo pudo sostener, perdió muchas pelotas y le dio una chance más a los centroamericanos que la aprovecharon al máximo, fueron achicando la brecha hasta meterse de nuevo en partido y después jugaron con el nerviosismo y la presión del que tiene obligaciones, contra uno que no tiene nada para perder y se suelta. La visita pasó al frente cuando quedaban 57" en el reloj y ya no perdió ese lugar (Laprovíttola erró dos libres claves para igualar) y el final fue un baldazo de agua fría sobre un Polideportivo "Islas Malvinas" que explotó, que alentó, que vino a vivir una fiesta que no fue.