Le secuestraron la moto y cuando la fue a buscar la habían robado: denunció a la Municipalidad y Provincia

Tamaña sorpresa se llevó un joven de 30 años cuando se presentó en el playón municipal de Garay y Tres Arroyos, para recuperar la moto que días atrás le habían secuestrado por protagonizar un choque en barrio Constitución: el rodado había desaparecido y nadie en el predio tenía noción de lo ocurrido.

Frente a la situación, inició un reclamo administrativo ante la Municipalidad de General Pueyrredon para obtener un resarcimiento, donde se constató que el vehículo había sido objeto de un “robo hormiga” que también alcanzó a otros 41 rodados dispuestos en el playón de secuestros. Sin embargo, la Comuna responsabilizó a la Policía de la Provincia de Buenos Aires y, al no obtener las respuestas que buscaba, el conductor llevó el caso a la Justicia, donde denunció tanto a la Comuna como a la Provincia de Buenos Aires.

El comienzo de la historia se remonta al 28 de junio de 2021, cuando el denunciante –identificado por sus siglas F.I.V.- protagonizó un siniestro en Avenida Tejedor y Daprotis, en el barrio de Constitución, donde resultó herida una mujer. Al carecer de licencia de conducir, el personal policial que acudió al hecho le secuestro la moto Honda Titán color azul de su propiedad.

Tras realizar los trámites de rigor, en julio el titular del Juzgado de Faltas N°3, Pedro López, dispuso el levantamiento del secuestro del vehículo. Al mes siguiente, una vez cumplimentado todo el papelerío, el joven se presentó con personal de la Comisaría Séptima en el playón para recuperar el rodado, pero allí aconteció lo inesperado: “en este lugar tomo conocimiento que el rodado había sido sustraído por lo que se tornaba materialmente imposible su restitución”, manifestó en su denuncia judicial.

Con la finalidad de obtener un resarcimiento, el motociclista inició un reclamo administrativo ante la Municipalidad, que finalmente, en noviembre de 2022, resolvió que no hubo responsabilidad de la Comuna en la desaparición del motovehículo. Para ello, se amparó en un informe de la División a cargo de la Playa de Secuestros, donde se aseguró que la moto “nunca ingresó al predio de Tres Arroyos y Garay en el sector custodiado por la Municipalidad”.

Complementariamente, también se incorporó un informe de la Comisaría Séptima, donde se remarcó que el rodado estuvo inicialmente depositado en la dependencia policial de Acevedo y Joaquín V. González y luego fue traslado al playón de Garay, aunque quedando en “el sector reservado para los secuestros de dependencias policiales”, dado que estaba involucrado en una causa por lesiones culposas. Finalmente, un acta policial de septiembre de 2021 constató que personal policial, al efectuar un relevamiento de las unidades secuestradas en el sector policial del predio “constató la sustracción de 42 vehículos, entre los cuales se encontraba el rodado del reclamante”.

“Sostenemos que el Municipio no tuvo en ningún momento la guarda y custodia del rodado en cuestión, y, por consiguiente, no se encuentra configurada falta de servicio de personal municipal alguna, ni ningún otro factor de atribución que fundamente la responsabilidad del municipio”, concluyó la Dirección Dictámenes de la Subsecretaría Legal, Técnica y Administrativa, lo cual sustentó el Decrto 916/20, donde la Secretaría de Seguridad y el intendente Montenegro rechazaron el reclamo del motociclista.

Sin embargo, el joven no se quedó de brazos cruzados y, agotada la instancia administrativa, en los últimos días avanzó con una denuncia judicial que lleva adelante el Juzgado Contencioso Administrativo N°1 de Mar del Plata. Allí, apunta tanto contra la Municipalidad como contra el Ministerio de Seguridad bonaerense, de quien depende la Policía de la Provincia. La demanda por daños y perjuicios sostiene la “ilegal e ilegitima desaparición” de su moto Honda Titán azul, por lo que pide un resarcimiento de $500 mil a la fecha de sucedido el secuestro, hace ya dos años. Esa suma corresponde al valor del rodado, al daño producido por la privación de su uso y gastos generados y al daño moral, más los intereses, gastos y costas hasta la fecha de efectivo pago.

“Esta situación generó un profundo malestar en mi persona, provocando además un desembolso extraordinario de dinero para intentar solucionar lo en ese entonces insolucionable”, explicó el joven. La situación tuvo un especial alcance porque al momento que le secuestraron la moto, trabajaba como delibery para un local de comidas, por lo que estuvo varias jornadas sin poder tener ingresos, hasta que consiguio que un conocido le prestara una moto.

Como primera actuación, en las últimas horas el juez Simón Isacch trasladó la demanda a la Municipalidad de General Pueyrredon y a la Fiscal de Estado de la Provincia de Buenos Aires, quienes cuentan con un plzo de 45 días para responderla.