Alvarado ganó un partido que puede ser la "salvación"

Se jugó como una final. Los dos sabían que este partido podía definir mucho del futuro y no se regaló nada, se dividieron los momentos y el "torito" aprovechó una jugada en el arranque del complemento para ganar tres puntos de oro.

Boasso se abraza con Rebecchi. El "9" pivoteó y el zurdo que se había metido de izquierda al centro, empujó para un gol que vale oro. (Fotos: Diego Berrutti)

17 de Septiembre de 2023 18:00

Por Redacción 0223

PARA 0223

Nueve puntos sobre 12 en juego le sacó Alvarado a San Telmo. Ese es el dato más importante que dejó el triunfo por 1 a 0 en el "José María Minella", y que se festejó cómo se merecía. La gente acompañó en gran número porque entendía lo que significaba el partido, y los jugadores también supieron cómo jugarlo, lo ganaron bien con el gol de Federico Boasso y la permanencia está cada vez más cerca en la Zona A de la Primera Nacional. Además, por qué no, se anima a mirar de reojo alguna posibilidad de acercarse al Reducido. 

Con su gente empujando, Alvarado salió desde el primer minuto a llevarse por delante a San Telmo que todavía no se había acomodado en la cancha cuando vio el pase de Malagueño, el desborde de Ramírez y el toque suave de Bolaños que fue devuelto por el palo. Fue el primer aviso de un equipo que era una tromba, que recuperaba rápido en la presión de Bellocq y Jaurena, que lastimaba por las bandas y que tenía atentos al colombiano y Rebecchi en el ataque. "Pancho" Martínez cambió dos de los de arriba y le cumplieron. La postura del "torito" se marcó también en las pelotas paradas. Cada una que se iba al córner, se apoyaba y se lanzaba rápido, sin dejar que se acomoden.

Lo malo del equipo marplatense que no pudo aprovechar ese gran arranque y promediando la etapa San Telmo logró equilibrar, le bajó el ritmo y lo llevó al terreno que más le convenía. El juego se empezó a desarrollar en el medio del campo, la visita ganó algunas faltas que le permitieron meter la pelota en el área de Lobelos y ya no pasaron sobresaltos, salvo remates lejanos de Alva que no tuvieron buena dirección.

Seguramente "Pancho" Martínez les debe haber hecho hincapié en el vestuario que hagan lo mismo que en el comienzo del partido. Porque al regreso del descanso, otra vez se lo llevó por delante, pero esta vez con contundencia. Apenas habían pasado dos minutos cuando Ortiz lanzó desde la derecha, peinó Ramírez, aguantó y pivoteó Rebecchi y Federico Boasso empujó al fondo del arco para desatar la explosión en el Minella. 

Con la ventaja, los marplatense fueron más inteligentes y más profundos. No se descuidaron, lo dejaron manejar la pelota a San Telmo lejos de su arco y cuando recuperaba salía rápido para tratar de definirlo. Malagueño era una pesadilla por la derecha, pero todo lo bueno que hacía hasta los metros finales se diluía en el último pase. La ventaja corta hizo que Alvarado tuviera que mantener la concentración hasta el pitazo final, pero los "candomberos" no generaron ocasiones de serio riesgo, la defensa y el arquero desactivaron los envíos aéreos, los mediocampistas se defendieron con la pelota y Alvarado festejó cómo lo que fue: una final. Hay que esperar porque mientras haya chances matemáticas, no se puede cantar victoria, pero la salvación está a un pasito. Y el Reducido no está tan cerca, pero cuando cumpla el primer objetivo podrá jugarse las últimas fichas para tratar de entrar.