En su vuelta a casa, la fiesta de Quilmes fue completa

No podía ser de otra manera. Aunque sufrió en el último tramo, con el aliento de su gente, el "tricolor" festejó en el "José Martínez" después de 32 años y consiguió su primera victoria de 2024.

El "José Martínez" lució impecable para recibir a Quilmes oficialmente a nivel nacional después de 32 años. (Foto Twitter)

29 de Enero de 2024 23:00

Por Redacción 0223

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Fue una noche especial por donde se la mire. No era fácil para los jugadores concentrarse en el juego de un partido que tenía un peso específico enorme por lo que significaba. Desde 1991 que Quilmes no jugaba en su gimnasio principal y había que enfrentar no sólo a Pergamino sino a la tensión y el nerviosismo mezclado con emoción que se vivía en el ambiente. Y la gente hizo su parte, en el tramo final, cuando parecía que se le escapaba, le dio el empujón para el 82 a 78 finall, en una noche inolvidable en Luro y Guido.

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El partido de básquet terminó siendo una excusa. Quilmes tenía que ganar, y ganó... Pero lo más importante es lo que se vivió en la previa, con gente emocionada llegando a la sede para ver a su Quilmes en su casa. Luro y Guido es su lugar en el mundo, aunque durante 32 años le tocó jugar a nivel nacional en otros lugares, encontrar un sentido de pertenencia en Once Unidos y, con desgano, tuvo que mudarse los últimos años al Polideportivo "Islas Malvinas" que no sienten como propio.

El "José Martínez" albergó alrededor de mil personas que estuvieron en una noche histórica, varios que vivieron aquel triunfo ante Pico Football Club en el '91 que fue el ascenso a la Liga Nacional y la despedida de su estadio. Y muchos que nunca habían tenido la oportunidad de alentar al "cervecero" en su casa en el básquet argentino. Sí pudieron ver encuentros de AMB, a los chicos, pero nunca al plantel profesional, ni en la máxima categoría ni en el TNA o, ahora, Liga Argentina.  

La emoción del "Huevo" Sánchez, la satisfacción de los dirigentes, la alegría de jóvenes, grandes y más grandes. Una fiesta que tiene más valor que el resultado deportivo, pero que se terminará trasladando. Porque el "José Martínez" fue una caldera y así será en cada partido de local, lo que dará un plus para ir por el sueño de volver a lo más alto del básquet argentino. 

El partido estuvo demás. Pero el sabor no hubiera sido el mismo. Por eso se festejó tanto. Porque Quilmes todo se merecía que la fiesta sea completa.