“Llegar al verano” ya fue: baja la demanda en gimnasios y nutricionistas y se busca un cambio de hábitos

Históricamente, la primavera es temporada alta en gimnasios y consultorios de profesionales vinculados a la salud alimentaria. Las personas llegan buscando “ponerse en forma” o “marcarse un poco” para lucir los trajes de baño. Pero, en los últimos años esa tendencia bajó y, por estos días, responsables de gimnasios y nutricionistas afirman que hay una menor demanda y quienes asisten buscan guías para cambiar hábitos más que resultados a corto plazo.

Consultada por 0223, Lucía, recepcionista de la cadena de gimnasios Bigg en Mar del Plata, asegura que después de los meses de septiembre y octubre en los que hubo mayor cantidad de socios, la demanda bajó. “Ahora, por el calor y sumado a que es la última parte del año, viene menos gente”, sostiene la joven que detalla que durante la temporada alta, la mayoría de los socios “Biggfriends” toman clases de entrenamiento funcional o para ganar fuerza.

Desde otra tradicional cadena de gimnasios dedicada a la musculación, sostienen que los socios llegan en marzo o abril y acompañan la actividad física con cambios de hábitos alimentarios, pero hay muchos que llegan a fines de agosto en busca de “cambios rápidos”, para llegar al verano. “Pero es algo que está cambiando”, indicaron a este medio.

Por su parte, la deportóloga Paula García, aseguró a este medio que, durante los últimos meses del año, al menos en su consultorio, se ven más casos de runners que comienzan con lo que denominan “pretemporada” y buscan una guía alimentaria o atletas que tienen el objetivo puesto en pruebas de distancia como el maratón y comienzan a preparar el cuerpo desde el aspecto nutricional antes de comenzar con los tres meses de “entrenamiento fuerte”.

La nutricionista Josefina Videau, por su parte, detalló que, si bien cerca de la temporada “crecen las consultas en general” en la mayoría de los casos la preocupación principal es estética y luego se abre paso a la salud como prioridad.

De acuerdo a la experiencia de la profesional, quienes van a la consulta “buscando llegar al verano” son personas de más de 30 años. Los jóvenes quieren un cambio de hábitos “porque tal vez vienen de una alimentación en sus casas y se dan cuenta que la podrían mejorar. Pero ya no está la cuestión estética, y está muy arraigado el pensamiento de que de los cuerpos no se opina".

"Entienden que llegar al verano no es que me ponga unos meses y después voy a volver a lo de antes. Entonces los que son menores de 30 ya vienen al consultorio con ideas de base mejores", concluyó.