Los peligros para el financiamiento municipal de la “rebelión fiscal” convocada por Espert y Milei

Además de un desfinanciamiento de la propia Provincia de Buenos Aires, el llamamiento a una “rebelión fiscal” que impulsa el diputado José Luis Espert y apoya el presidente Javier Milei significaría, de tener éxito, un cataclismo económico para los 135 municipios bonaerenses. Es que los impuestos que La Libertad Avanza pide dejar de pagar son fondos coparticipables con los que los intendentes sostienen el funcionamiento de los distritos, en un contexto donde la recesión ya viene evidenciando un retroceso en la recaudación.

En el caso específico de General Pueyrredon, la coparticipación significó el 23,12% de los recursos en el último año del cual se cuenta con información, 2022. En aquella ocasión, la comuna recibió $8.618.778.500 sobre ingresos totales de $37.275.570.808.

Según datos oficiales de la Dirección Provincial de Coordinación Municipal y Programas de Desarrollo del Ministerio de Economía provincial, en todo 2023 el partido recibió $18.590.131.594 por coparticpación, aunque aún resta conocer la Rendición de Cuentas de la propia Comuna -la debe presentar el 31 de marzo-, para terminar de establecer la participación de dicho concepto sobre el total. Producto de la inflación, la proyección para este año es de ingresos nominales mucho mayores, donde por caso sólo en enero la Comuna ya percibió $3.223.175.880.

En su llamado a una “rebelión fiscal”, el ahora libertario José Luis Espert -electo por Juntos por el Cambio- hizo especial hincapié en el aumento de patentes, en el impuesto inmobiliario residencial y en el inmobiliario rural, precisamente tres de las fuentes de financiamiento indirecto de los municipios.

El régimen de coparticipación está establecido por la Ley provincial 10.559, donde se detalla que las municipalidades reciben el 16,14% del total de ingresos que percibe la Provincia en concepto de impuesto sobre los Ingresos Brutos, Impuesto Inmobiliario, Impuesto a los Automotores, Impuesto de Sellos, Tasas Retributivas de Servicios y la propia Coparticipación Federal de Impuestos. Si la incidencia ya es por demás importante en un municipio grande como General Pueyrredon, más determinante es aún en los más pequeños, con menores ingresos proporcionales por fuentes de financiamiento propio -centralmente, tasas- y más sujetos a la coparticipación.

“El aumento de patentes, el aumento de inmobiliario residencial y el aumento de inmobiliario rural no hay que pagarlo. No hay que pagarlo. Y eso no es rebelión fiscal al pedo, es rebelión fiscal con sentido común. Los bonaerenses no tienen que pagar el aumento impositivo”, sostuvo Espert el sábado, cuestionando el incremento propuesto por el gobernador Axel Kicillof y aprobado por la Legislatura con votos de sectores de la oposición, incluidos diputados y senadores del Pro, la Coalición Cívica, UCR e incluso algunos libertarios.

La Ley Fiscal Impositiva 2024 aprobada en diciembre aplicó un incremento de los tributos sobre bienes inmobiliarios, urbanos edificados y tierra rural con variaciones de entre el 140% y 200%. Sumado a esto, en enero Arba emitió una resolución a través de la cual cobró a empresas un anticipo adicional del Impuesto sobre Ingrsos Brutos para recaudar 155 mil millones de pesos.

Según supo 0223, la propuesta de “rebelión fiscal” no pasó desapercibida en el gobierno municipal, donde ven con preocupación la posibilidad que esto afecte la recaudación y, por ende, los recursos que ingresan a las arcas municipales. “Los municipios estamos en el peor de los mundos”, admitieron, a sabiendas que en toda crisis las comunas son las jurisdicciones estatales más expuestas. Por caso, la semana pasada el propio Ejecutivo reconoció una caída de dos puntos porcentuales en la cobrabilidad de tasas, con un 54,5 en enero de 2023 y un 52,7% en enero de 2024.

Más allá de dicha preocupación, voceros de la gestión municipal valoraron que los cuestionamientos públicos de Espert pongan de relieve los “fuertes aumentos” tributarios que está implementando el gobernador Kicillof.