Se peleó con sus compañeros para patear un penal, lo festejó solo y lo sacaron por desobediente

El entrenador de Udinese, Kosta Runjaić, tuvo que lidiar con esta situación y la cerró como corresponde, con liderazgo y una demostración de autoridad. Lorenzo Lucca desobedeció una orden, se peleó con sus compañeros y fue reemplazado en el primer tiempo. ¿Lo más importante? Con ese gol superaron 1 a 0 a Lecce por la Serie A de Italia.

La insólita situación se vivió en el estadio Via del Mare de Lecce, cuando transcurría la primera mitad con el marcador en blanco. El árbitro Bonacina sancionó un penal a instancias del VAR y ahí comenzó todo. Lorenzo Lucca agarró la pelota decidido y encaró hacia el punto penal. Sin embargo, Florian Thauvin, el encargado de las ejecuciones, la fue a buscar y se encontró con la negativa.

El resto intentaron convencer a Lucca pero no hubo caso. El goleador de Udinese se mantuvo firme en su postura, defendió la pelota y hasta fue amonestado por la demora en medio de una acalorada discusión con varios de sus compañeros. Jaka Bijol mostró su descontento agarrándolo del brazo y tratando de sacarlo del lugar, pero sin éxito. 

Cuando no hubo más nada que hacer, Lucca tomó carrera y canjeó por gol, demostrando que lo vivido momentos antes no me generó ninguna presión extra. La postura del resto del equipo fue clara, ya que salvo uno, los demás no se acercaron para capturar un posible rebote. A la hora del festejo, Lucca se quedó solo sin nadie con quien celebrar.

El entrenador Runjaić leyó bien lo que había pasado y mostró autoridad al realizar el cambio aunque iban 35’ del primer tiempo. Lucca fue reemplazado por Iker Bravo y toda la cancha, más allá de ser visitante, lo silbó por su actitud