La dramática revelación del médico del papa Francisco sobre su muerte: "No me respondía"

Mientras transcurre la despedida de miles de fieles al papa Francisco, que falleció durante la madrugada del lunes, su médico personal brindó una reveladora entrevista y contó algunos detalles desconocidos con respecto a su muerte. El profesional de la salud se llama Sergio Alfieri, un reconocido cirujano de Roma que acompañó al Sumo Pontífice durante sus 37 días de internación en el hospital Gemelli a causa de una neumonía bilateral.

El experto, quien también supo operar al líder de la Iglesia Católica de colon en dos oportunidades en 2021 y 2023, explicó que entre los profesionales tomaron la decisión de no trasladarlo de nuevo al centro de salud más grande de la capital italiana. En principio, explicó que a las 5.30 lo llamó Massimiliano Strappetti, el enfermero de Jorge Bergoglio, que le comentó: “El Santo Padre está muy mal, tenemos que volver al Gemelli”.

El especialista confesó que desde el primer momento le pareció “difícil pensar que fuera necesaria una internación”. Después de 20 minutos de viaje, arribó a la residencia de Santa Marta y Francisco seguía con vida, pero ya no había nada más que hacer: "Entré en su habitación y tenía los ojos abiertos. Comprobé que no tenía problemas respiratorios e intenté llamarlo, pero no respondía. No respondía a los estímulos, ni siquiera a los dolorosos. En ese momento me di cuenta de que estaba en coma", dijo.

Alfieri sostuvo que, al ver al Papa de esa manera, se terminó de convencer de que llevarlo al nosocomio era en vano por múltiples razones: "Corríamos el riesgo de que muriera en el transporte, le expliqué que la hospitalización habría sido inútil". Sin embargo, señaló que también quisieron cumplir con el último deseo del Sumo Pontífice. "Strappetti y yo sabíamos que quería morir en casa, siempre lo decía cuando estábamos en el Gemelli”, detalló el médico.

Por último, explicó cómo fue el momento en el que le dio el último adiós al Sumo Pontífice: “Me quedé allí con Massimiliano, Andrea (Arcangeli, director de la Dirección de Salud del Vaticano), las otras enfermeras y las secretarias; llegaron todos y el cardenal Pietro Parolin nos pidió que rezáramos. Rezamos el rosario con él. Me sentí un privilegiado y ahora puedo decir que lo fui. Esa mañana le di una caricia”.