"Detecté que algo sucedía": la vecina que salvó a una bielorrusa secuestrada por su novio
La víctima estuvo un año encerrada. Su heroína relató con crudeza su estrategia para que la rescaten.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Este es el conmocionarte caso de Alexandra, la mujer biolerrusa que estuvo un año secuestrada en la casa de su novio. Una vecina relató cómo se dio cuenta de la situación y de qué manera trabajó para que la rescaten.
“La vi llorando en el patio y detecté que algo sucedía”, dijo la mujer que realizó la denuncia que derivó en el tan ansiado rescate que esperó Alexandra tras un año en el que estuvo secuestrada en Chaco.
Pero detrás de ese rescate se esconde una particular estrategia que llevó a cabo la denunciante para que Marcos Mierez, la pareja de la víctima, no se diera cuenta. La mujer contó en diálogo con medios locales que hizo una denuncia anónima para activar el protocolo de rescate y que vio desde su casa cómo rescataban a la joven.
“Yo estaba en casa con mi hija y él jugaba en la computadora. Escuché voces y cuando él entró, ya sabía que era la policía. Me dijo que saliera con mis documentos”, sostuvo. La intervención fue coordinada por Sonia Valenzuela, quien explicó que uno de los desafíos centrales fue el idioma. Por este motivo se incorporó un traductor para garantizar que Alexandra entendiera que el operativo era para asistirla.
“En pocas horas conseguimos apoyo judicial, policial y un traductor. Era fundamental que ella supiera que íbamos a rescatarla”, explicó Valenzuela.
La trama del calvario de Alexandra
Alexandra conoció a Marcos Mierez en Polonia, cuando ambos eran compañeros de trabajo. Lo que comenzó con una buena relación laboral pasó a ser un vínculo amoroso con el paso del tiempo.
La relación se afianzó en cuestión de meses y en marzo de 2024 el joven de 22 años le ofreció viajar a la Argentina para que conociera a su familia. El viaje fue gestionado por el padre del acusado, quien compró los pasajes, y en marzo de 2024 llegaron a territorio nacional. Una vez aquí, ambos se trasladaron desde Buenos Aires a la capital chaqueña.
Hasta ahí, había cierta ilusión por todo lo que les esperaba. Sin embargo, poco tiempo después, comenzaron las situaciones de violencia.
El drama en carne propia: qué dijo la bielorrusa
“Al principio eran discusiones pequeñas, pero cuando llegamos a la Argentina empezó a mostrarse agresivo. Allá no era así”, contó Alexandra en diálogo con Diario Chaco. En ese trayecto, Alexandra quedó embarazada y tuvo a su hija acá. Luego del parto, la víctima no pudo salir más de su casa.
“Cada vez que alguien llegaba a visitarlo, él la escondía en una habitación. La golpeaba, maltrataba y no la dejaba salir", detalló la subsecretaria de Género y Diversidad de Chaco, Sonia Valenzuela.
En diálogo con el mencionado medio local, agregó: “Ella tenía miedo de escaparse porque desconocía todo, tenía barreras habitacionales e idiomáticas. Estaba totalmente aislada”.
Por último, expresó con esperanza: “Sueño con darle a mi hija una buena vida. Una casa, un lugar donde jugar, y enseñarle a elegir bien a quien tenga a su lado”.
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