Último adiós al Cholo Ciano: "Ojalá que todos tengamos una vida como la de él"

Desde muy temprano, una multitud se acercó a la sala velatoria de 3 de Febrero al 3600 para dar el último adiós al periodista Vicente Ciano, “El Cholo de la gente”, quien falleció este viernes en Mar del Plata.

Ante una ciudad conmocionada por su partida, las redes sociales se llenaron de mensajes de afecto y cariño, que hoy se trasladan a su despedida final.

Allí se encontró Ariel, su hijo, reconocida figura pública de la Justicia y la política marplatense, hoy concejal del Frente Renovador. Emocionado, acompañado por su familia y amigos, y en medio de periodistas y referentes locales, se tomó unos minutos para recordar a su padre.

"Ojalá que todos tengamos una vida como la que tuvo él, que reciban el afecto de quienes lo conocieron como le pasó al Cholo", subrayó entre lágrimas.

"La tristeza de hoy seguramente será melancolía o nostalgia pero eso es algo bueno. Hace 15 años él estaba muy mal y yo le pedí a Dios que le diera una oportunidad más. Mi mujer estaba embarazada y nos pedían que entráramos a la sala para que darle fuerzas; finalmente pudo conocer a mi hijo Mateo que hoy tiene 15 años, a Nacho que tiene 11, y los disfrutó... no puedo pedir más", reconoció Ariel.

El Cholo tenía un consejo para cada persona que se lo pedía, al igual que una palabra de aliento. Así lo recuerda su hijo, a quien le dio el más importante de todos: "Me dijo hace mucho tiempo que esté en el lugar que esté o haga lo que haga, actúe de una manera que nunca tenga que bajar la vista y así lo hago", manifestó convencido.

Además, dijo que "reconforta cómo lo recuerdan" y que lo llena de orgullo ver el amor de la gente, en especial, de los más jóvenes. "En la clínica nos recibían todos los días con una alegría; lo cuidaron mucho los médicos, las enfermeras, y eso me da tranquilidad", admitió.

"Era feliz estando con la gente"

No dejaba a nadie sin saludar. El Cholo caminaba por las calles de Mar del Plata y a quien le estrechara la mano o gritara su nombre, lo reconocía. 

Ariel insiste en que "al Cholo le gustaba el afecto": "Se tomaba el tiempo para los amigos, nunca estaba apurado. Muchas veces yo iba a tomar un café con él y a cualquiera que lo saludaba, lo sentaba a la mesa. Él era feliz estando con la gente y así lo vamos a recordar, con mucho amor".