"El mismo que pidió que le tiraran me dijo que habían matado a mi marido"

Lo dijo la viuda de Rafael González, el exmilitar asesinado en julio de 2013 durante un robo. Detalles de la primera audiencia del juicio en el que están acusados un policía y otras dos personas.

La viuda de González declaró más de dos horas en la apertura del juicio.

2 de Diciembre de 2015 16:20

Por Redacción 0223

PARA 0223

Aunque está prevista la declaración de más de cincuenta testigos en el juicio por el crimen de Rafael González en su casa del barrio Nueva Pompeya en julio de 2013, el principal testimonio se conoció en la apertura del debate realizada el miércoles por la mañana. Mirta Angela Paradiso, viuda del militar retirado y única testigo de lo sucedido, declaró más de dos horas en el Tribunal Oral en lo Criminal 1 y confirmó los lineamientos iniciales de la fiscalía.

La primera jornada comenzó varios minutos después de lo previsto tras algunas cuestiones planteadas por la fiscal Andrea Gómez y los abogados defensores de cada uno de los imputados. En su alegato inicial, la titular de la fiscalía 4 adelantó que intentará probar que Cristian Daniel Shiarkey  es coautor de homicidio criminis causa, cometido para asegurar el resultado y la impunidad. Según la línea investigativa oficial el sujeto de 30 años -–alojado en la Unidad Penal 15 de Batán- es uno de los cuatro sujetos que ingresó a la casa. Sus tres cómplices continúan prófugos.

Los investigadores también intentarán demostrar que el expolicía Carlos Alberto Pucci y Maximiliano Damián Maciel fueron partícipes necesarios ya que hicieron tareas previas para engañar a la víctima y lograr que dejara pasar a los cuatro delincuentes que terminaron matándolo. Pucci está asesorado por el abogado Marcelo Peralta y cumple con arresto domiciliario luego de que se le dictara la prisión preventiva tras entregarse de manera voluntaria. Maciel –defendido por Matías Cestona- permanece alojado en la Unidad Penal 44 aunque ya fue condenado por el armado de causas penales en la comisaría cuarta.

Tras escuchar el planteo inicial, los jueces Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Aldo Carnevale escucharon los lineamientos de trabajo de los tres defensores. Mientras Verdi sostuvo que Shiarkey no participó del robo y homicidio porque estaba en otro lado al momento del hecho, Cestona adelantó que pediría la absolución de Maciel porque es ajeno a lo sucedido “ya que no tuvo participación y no brindó ayuda o colaboración.  A diferencia de los otros dos, Peralta adelantó que discutirá la participación imputada por la fiscalía y de manera subsidiaria el grado de la misma si surgiera otro elemento durante el debate.

 

La angustia y el dolor en primera persona

Además de la viuda de Rafael González, en la primera jornada desarrollada en el séptimo piso de Tribunales, declararon la hija de la víctima y una prima. Sin embargo, la sentida declaración de Mirta Paradiso fue el eje central del día ya que la mujer fue la única persona que estaba en la casa ubicada en Brandsen al 4400 cuando ocurrió el hecho.

La tranquilidad que el matrimonio había conseguido a lo largo de una vida de trabajo se vio, según la mujer, alterada por una sucesión de robos que sufrieron durante 2013 y que fueron el preludio del asesinato de su esposo. En un momento de su exposición, relacionó el crimen con la llegada del padre del imputado Maciel a la vivienda lindera a su propiedad que la pareja puso en alquiler. 

Paradiso relató que su esposo era una persona muy confiada y que cuando Maximiliano Maciel llegó al lugar –en cumplimiento de un arresto domiciliario- ellos le creyeron que era un investigador de la policía que estaba con una licencia médica. Para los investigadores, esa relación es uno de los elementos previos que logró que González abriera la tarde del hecho la puerta del garage para hacer entrar a cuatro supuestos integrantes de la Policía Científica.

Nueve días antes del asesinato, la pareja había sufrido el tercero de una serie de intentos de robo en la vivienda. Al regresar de almorzar ingresaron el auto en el garaje y observaron que había varias pisadas en el patio. “Vimos que se movía el picaporte de una de las puertas, entonces Rafael me hizo salir, agarró un arma que tenía guardada y tiró al aire para no lastimar a nadie”, recordó la mujer. Después del disparo, tres personas atravesaron el living y salieron a la calle tras romper la puerta principal de la casa. Días más tarde, la familia comenzó a recibir llamados en su teléfono fijo de supuestos integrantes de la Policía Científica para coordinar una visita y realizar algunas pericias. La víctima consultó a Maciel por la veracidad de ese trámite y el imputado confirmó que era un trámite normal y que debían quedarse tranquilos.

Paradiso contó que los llamados se repitieron al menos en tres ocasiones hasta que el 31 de julio se acercaron cuatro personas vestidas con ropa de policía y tocaron el timbre. “Rafael les abrió por el garage y yo me quedé en el comedor hasta que apareció una persona –Shiarkey según la identificación que hizo en rueda de reconocimiento dos días después-  me hizo tirar al suelo y me gritaba que no lo mirara”, recordó.

El delincuente le ató las manos antes de sacarle 700 pesos y un celular que la mujer tenía en su poder. “Yo tenía miedo de que me matara, le pedía que por favor no me golpeara y mientras vi que otro subía la escalera, éste gritó que le tiraran a mi marido. Escuché un tiro, pero pensé que era al aire para que dijéramos donde había más plata”, recordó. Dos o tres minutos después escaparon y el que estaba con ella le dijo que habían matado a su marido. “Pensé que no era así, me levanté, me pude sacar las cintas y entré al garage donde lo encontré tirado”, dijo la mujer antes de romper en llanto y obligar al presidente del Tribunal a pedir un cuarto intermedio de cinco minutos.

Al regreso, Paradiso recordó los trámites que realizó junto a su hija los días posteriores, incluyendo el reconocimiento positivo de uno de los detenidos. Su participación se cerró con preguntas de los defensores, algunas de las cuales fueron cuestionadas por la fiscalía y obligaron a la participación del Tribunal.


Cierre de audiencia y continuidad

La presentación de testigos se extenderá por lo menos durante cinco audiencias, aunque las partes podrían –al igual que en la primera jornada- desistir de algunos de ellos. Luego del fuerte y extenso testimonio de Paradiso, la hija y una prima de la víctima se presentaron ante los jueces.

Viviana González recordó que llegó a la vivienda cuando ya había una gran cantidad de policías y que pudo ingresar tras discutir con el personal y observó a su padre tirado en el piso con signos de haber sido golpeado y con un charco de sangre. “Lo que nos pasó es lo más difícil que puede sufrir una persona, nunca terminás de hacer el duelo. Mi viejo era un tipo de laburo que no merecía morir en manos de estos tres hijos de puta que me lo arrancaron”  concluyó.

Tras escuchar brevemente a la prima de González , los jueces dispusieron pasar a un cuarto intermedio hasta el jueves a las nueve de la mañana.