"Mi hermano se salvó, tuvo un Dios aparte"

El domingo por la noche, mientras esperaba el colectivo en la esquina de Juramento y Tripulantes del Fournier, Leonel fue baleado por dos delicuentes que intentaron asaltarlo, con una escopeta. "Como se resistió, le pegaron dos tiros, uno le erró y el otro le pegó en la nuca", contó a 0223 Ezequiel, el hermano del adolescente de 15 años.

La casa del joven queda a sólo 100 metros de la parada del colectivo, y esa distancia fue la que recorrió completamente herido para pedir auxilio a su familia. "Me muero, me muero", decía el joven a su padre cuando llegó al domicilio.

"Pensamos que se había muerto porque estaba como desmayado", explicó su hermano y dijo que luego llegó la ambulancia que lo llevó rápidamente al Hospital Interzonal General de Agudos.

Según el parte médico, los perdigones dieron en la nuca y en la espalda, pero no entraron proyectiles en el cráneo. El neumotorax provocado ya está resuelto y Leonel se encuentra en observación evolucionando favorablemente.

Todo sucedió muy rápido. Salió de su casa ubicada en Juramento y Rosales para tomar un colectivo que lo llevaría a la casa de un amigo y segundos más tarde volvió completamente lastimado. Por lo rápido que actuaron, se cree que los delincuentes circulaban en una moto, algo que resolverán las cámaras de seguridad de la cuadra.

"Mi hermano es lo más sano que hay, no pudo haber sido ajuste de cuentas como dijeron algunos", sostuvo Ezequiel y concluyó: "Se salvó, tuvo un Dios aparte".