Martínez le dio el triunfo a Alvarado que respira y se acerca

Se sacó la mufa. Leandro Martínez, que había errado dos goles increíbles, en la tercera no falló y le dio el triunfo a Alvarado. (Fotos: Diego Berrutti)

3 de Febrero de 2013 23:56

Por Redacción 0223

PARA 0223

Por Sebastián Lisiecki

Cuando parecía que tenía la peor presentación ante su gente por los dos goles increíbles que erró al final del primer tiempo y al comienzo del complemento, respectivamente, Leandro Martínez apareció con una palomita para darle la victoria por 1 a 0 a Alvarado sobre Guillermo Brown de Puerto Madryn, en un cotejo disputado en el José María Minella por la 18° fecha de la Zona Sur del Torneo Argentino A. El “Torito” estaba obligado a ganar y así lo hizo, para vivir una semana más tranquila y para reacomodarse en la tabla de posiciones, donde ahora quedó a sólo tres puntos del último clasificado al endecagonal final.

Después de una semana complicada, y sabiendo que necesitaba abrir el marcador lo más rápido posible para calmar la ansiedad de la gente, Alvarado salió a llevarse por delante Brown, sin dejarlo reaccionar y a tratar de nockearlo de entrada. Entonces, en los primeros 10 minutos tuvo una serie de situaciones que lo podrían haber puesto en ventaja pero encontraron a Leandro Martínez sin puntería y al resto sin el olfato necesario para empujar alguno de los centros de Ezequiel Ceballos en las pelotas paradas. 

El aliento de la gente era incesante, porque veían el entusiasmo que había dentro del campo, pero casi llega el baldazo de agua fría tras una balón que perdió Ignacio Anívole, pero que desactivó Martín Quiles cuando la pelota iba camino a la red. Igual todo era del “torito”, que lastimaba con la conexión del debutante con “trapito” por izquierda y de Fabián Castillo con el capitán por el otro lado, siempre con el exCrucero del Norte metido como faro de área.

Luego de ese impulso inicial, tras perder una nueva oportunidad a los 18’, el equipo se cayó, ya no tuvo tanta profundidad y se metió en el terreno de la fricción que mejor le sentaba a Guillermo Brown, que proponía un juego peleado en la mitad de la cancha, lejos de ambos arcos y apostaba a alguna acción de pelota detenida para intentar lastimar.

Consciente de que llegar al entretiempo con el marcador en cero era una mala noticia y escucharía la reprobación de la gran cantidad de público que asistió al Minella, pasando la media hora otra vez apretó el acelerador Alvarado y, con más intenciones que fútbol, fue por el gol. Y lo tuvo el 9, el encargado de hacerlo, el que trajeron para eso. Pero Martínez erró lo inexplicable. Solo, con el arquero vencido, en el borde del área chica, la tiró por arriba del travesaño cuando tenía que elegir el lugar y colocarla junto a un palo.

Se fueron al descanso con el tablero en blanco y con la gente pidiendo “hay que poner más huevos”. Pero el problema de Alvarado no era la falta de “huevos”, sino que le había costado generar juego y cuando lo hizo no supo capitalizar las opciones de gol.

El comienzo del complemento no cambió demasiado, con el local intentando y la visita esperando agazapada a ver si algún error lo encontraba con el premio mayor. Y encima, parecía no ser la mejor presentación de Martínez en Alvarado como local, porque volvió a tener una chance inmejorable de convertir y pifió adentro del área, lo que empezó a levantar el murmullo de la platea.

Pero los goleadores son así. Siempre saben estar en el momento justo en el lugar indicado. Y ahí estuvo Leandro Martínez, a los 15’, para anticipar a todos y conectar una palomita que dejó sin reacción a Denis Roberts, para hacer explotar el Mundialista y darle la tranquilidad que el equipo necesitaba.

Ahí el partido terminó. Porque el conjunto de Luis Murúa no tuvo un plan B para salir a atacar en busca de la igualdad y no encontró variantes ofensivas para llevar peligro a Leandro Evangelisti. Lo que siguió dio lugar a la máxima ovación de la noche para Gabriel Christovao, hoy el jugador más querido por la gente de Alvarado que se desgañitó para aplaudirlo y victorearlo cuando ingresó por Castillo lo mismo que Eric Dierckx, que volvió después de una larga lesión y se mezclaron los aplausos con la salida del autor del único tanto.

Si bien el 1 a 0 no era una diferencia tranquilizadora, Alvarado estuvo más pendiente de no sufrir el empate que de estirar la ventaja, por eso manejó la pelota con criterio e hizo correr el reloj con el absoluto control del partido. Así y todo, de contra ataque pudo ponerle el broche de oro Ezequiel Ceballos, pero su definición se estrelló contra uno de los palos de Denis.

Eso fue todo. Gran victoria de Alvarado, en una semana muy difícil. El desahogo para Gustavo Noto, muy criticado por las últimas actuaciones y por la sequía de visitante, para los jugadores que en la semana se tuvieron que aguantar la presencia de la barra en el entrenamiento, y también la alegría para los hinchas genuinos del “torito” que se ilusionan de nuevo con la posibilidad de clasificar, en una fecha que ha traído resultados positivos, que lo posicionan séptimo con 23 puntos, a sólo tres de Juventud Unida Universitario de San Luis, hoy por hoy el quinto y último con pasaje al endecagonal. Eso sí, no tiene margen de error y tiene que ir por el triunfo ante Deportivo Maipú, el próximo fin de semana en Mendoza.  


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