Los guardavidas que combaten la sudestada para cuidar a los surfistas intrépidos

Un grupo de guardavidas instaló una base de rescates en Cabo Corrientes para asistir a surfistas o cualquier persona que pueda llegar a tener inconvenientes en el mar, sobre todo los días de mal tiempo o durante los fines de semana largo.

Desde hace varios años participan en operativos de rescates en inundaciones, tanto en Mar del Plata como en otros puntos del país.
Eduardo Rugo, uno de los rescatistas
La base está equipada con un desfibrilador y equipos de trauma y oxígeno.
27 de Abril de 2016 20:21

Por Redacción 0223

PARA 0223

Aunque el alerta meteorológico que al principio de la semana estuvo vigente para toda la zona atlántica había cesado hacía varias horas, este miércoles el mar seguía agitado. Pero para quienes conocen del tema, estaba ideal para surfear. Por eso, desde temprano y pese al frío polar, decenas de cabecitas asomaban entre las aguas revueltas de Cabo Corrientes, a la espera de una buena ola.

En ese punto de la costa –lugar de reunión por excelencia para los amantes de los deportes acuáticos-, se encuentra apostada la base del Grupo de Rescate de Acción Rápida, conformado por una docena de guardavidas que prestan ad honórem el servicio de seguridad en playas.

La iniciativa comenzó a implementarse este año, una vez finalizado el verano. “Durante siete meses al año no tenemos actividad y están todos los elementos disponibles, así que decidimos empezar a venir los días claves: cuando hay temporal, durante los fines de semana largos o hay algún evento que convoque a mucha gente de afuera, que quizás no está familiarizada con el mar”, explicó a 0223 Eduardo Rugo, uno de los integrantes de GRAR y miembro de la Asociación Mutual de Guardavidas.

De esta manera, armaron grupos rotativos de cuatro personas que se ocupan de observar la actividad en el mar y, en caso de ser requeridos, asisten y ayudan a salir del agua a quienes hayan tenido algún inconveniente para hacerlo por sus propios medios. Para ello cuentan con dos motos acuáticas, cinco botes y dos camionetas. La base, por su parte, está equipada con un desfribilador, tabla para traslados, botiquín, y equipos de trauma y de oxígeno.

Además de Rugo, allí están Martín Negri, Hernán Spadari, Miguel Martínez, Amiliano Di Virgilio, Emiliano Pulido, Martín Galanes y Juan Cruz Moreno. Todos son “Cascos blancos” de la provincia de Buenos Aires y desde hace varios años participan en operativos de rescates en inundaciones, tanto en Mar del Plata –Punta Mogotes, Cardalito, barrio Autódromo- como en otros puntos del país. Incluso, integraron el equipo que participó en 1997 de la búsqueda de la cámara del fotógrafo José Luis Cabezas, que había sido arrojada a un canal ubicado a 75 kilómetros de la localidad de Pinamar.   

“Hasta hace unos meses teníamos una estructura más informal: íbamos cuando nos llamaban. Pero la idea es –sobre todo, a partir del auge de las tablas- brindar un servicio a los chicos que bajan a surfear. Al mismo tiempo, nosotros nos mantenemos entrenados y el equipo está en movimiento”, subrayó Rugo.

En ese sentido, indicó que el objetivo de GRAR es “tratar de dar apoyo los días que hay temporal, los de fines de semana largos o cuando hay algún evento (los Juegos Evita, por ejemplo) que convoque a mucha gente que quizás no está tan familiarizada con el mar”.

-¿Hay que salir muchas veces?

-Depende, esto es muy variable, sobre todo un día como hoy. Pero hasta ahora no superamos el récord de diciembre del año pasado, cuando hicimos 16 salidas en una sola tarde.

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Una mujer policía se acerca a la casilla de guardavidas de Cabo Corrientes, en donde los muchachos del GRAR comparten mate y el largavista.

-Disculpen, me avisan que hay un muchacho que no puede salir… Está por allá, para el lado del Torreón-, señala.

-¿Vas vos, Edu?-, dicen automáticamente sus compañeros.

-Sí, llamá a Rodrigo, a ver si sabe algo.

Rodrigo Goncálvez, responsable de Defensa Civil, atiende el Nextel y trata de confirmar la posición del surfista que hay que rescatar. Pero no lo esperan: en cuestión de pocos minutos, Rugo se sacó la campera anaranjada, bajó con agilidad de la casilla y ya está a bordo de la moto, mar adentro. Son las 16.12 y el granizo blanquea la arena de Cabo Corrientes.

Al final, fue falsa alarma: el muchacho pudo salir solo y Eduardo ya está de regreso.

-¿Siempre lo mandan a él o se turnan?

-Noooo, nos turnamos…-, se ríen.

-Es mi función, por eso voy casi siempre yo-, explica, cómplice, el guardavida.

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Para Hernán Spadari es necesario que se implemente un servicio de seguridad de playa durante todo el año, “como parte del plan ‘Mar del Plata todo el año’”. “Sabemos, por lo que leemos en los diarios, que ha habido infinidad de accidentes con gente de tablas y otros tantos de los que nos enteramos por estar cerca de la actividad. En septiembre de 2014, una chica se fracturó y al no tener quién la socorriera, estuvo más de una hora adentro del agua. La ambulancia no sólo demoró más otra hora, sino que cuando llegó, no pudo bajar y otras personas que estaban ahí tuvieron que llevarla hasta el vehículo sobre una tabla de surf. La idea es que no pase más una cosa”, señaló.

Si bien los guardavidas del GRAR realizan la actividad ad honórem, no descartan expandir el servicio a otro punto de la costa marplatense. “Si todo camina bien, la idea es colocar otra en el Torreón que funcionaría como una especie de observatorio”, anticipó Spadari.