Argentina-Estados Unidos, por la final de la Copa América

El elenco nacional enfrentará al local, desde las 22, en Houston, por las semifinales de la Copa América Centenario. Lavezzi será titular.

21 de Junio de 2016 11:15

Por Redacción 0223

PARA 0223

El seleccionado argentino enfrentará este martes ante el local Estados Unidos por el pase a la final de la Copa América Centenario, que de alcanzarla será la tercera consecutiva después del Mundial de Brasil 2014 y la anterior edición de este certamen en Chile 2015, en un instancia a la que llegó con un funcionamiento adaptado a las necesidades de lograr definitivamente un título y una alta efectividad en ataque.

El encuentro tendrá lugar en otro de los imponentes estadios que tiene esta competencia como lo es el NRG, de Houston, que a la hora de comienzo, las 20 locales (22 de Argentina), contendrá unos 35 grados de temperatura ambiente, algo acorde con el clima de esta ciudad del sur de los Estados Unidos donde justamente hoy se iniciará el verano.  El árbitro será el paraguayo Enrique Cáceres y contará con la televisación para la Argentina de la TV Pública y TyC Sports.

Si Estados Unidos es la "tierra de las oportunidades", la que se le presentará hoy al equipo dirigido por Gerardo Martino surge como inmejorable, ya que tendrá ante sí a un rival de menor envergadura que encima llega diezmado por las bajas por suspensiones de Bobby Wood, Alejandro Bedoya (ambos por sumar dos amonestaciones) y su principal figura, el volante Jermaine Jones, expulsado en el arranque del segundo tiempo del partido de cuartos de final ante Ecuador.

Claro que este es apenas un detalle, porque la jerarquía individual de uno y otro es incomparable, más allá de que en lo colectivo el entrenador alemán Jurgen Klinsmann le sacó "agua a las piedras" para llevar a este equipo a ser el mejor de los que representan a la Concacaf en este torneo (la otra semifinal la jugarán el vigente campeón Chile ante Colombia).

No será en este caso el equipo argentino "el chico de la película" en esta tierra texana donde la filmografía estadounidense ubicó durante las décadas del 60 y 70 sus grandes producciones de "westerns", en las que por lo general el más modesto terminaba siendo el héroe vencedor de luchas desproporcionadas.

Es que Argentina llega a este juego como claro favorito, como el candidato excluyente a ganar este certamen con su capitán Lionel Messi encendido tras recuperarse físicamente de la lesión en la parrilla intercostal izquierda, y psicológicamente después de afrontar en Barcelona una declaración ante la justicia por presunta evasión fiscal.

Ezequiel Lavezzi le ganaría la pulseada a Erik Lamela como reemplazante del suspendido Nicolás Gaitán (2 amonestaciones). Mientras que Angel Di María, quien se desgarró la semana pasada, podría estar en el banco de suplentes. 

Las "necesidades y urgencias" hicieron que el equipo cambiara y el discurso también, en la medida que ese cambio dio buenos resultados, con Javier Mascherano como mascarón de proa a la hora de recuperar el balón en distintos sectores de la cancha, reconociendo el propio Martino que la "presión alta no era buena".

Y este nuevo ajuste a la idea dio buenos resultados, ya que los dos goles de la victoria 2-1 sobre Chile en el debut vinieron por esa vía y el segundo del pasado encuentro frente a los venezolanos, convertido por un Gonzalo Higuaín que empezó a justificar su titularidad en este certamen, también.

Por lo demás, la historia también incomparable y la pasión, esa que trajo a otra multitud de argentinos hasta Houston por estas horas, llegando en vuelos desde distintos puntos del país, ya que la mayoría de sus hinchas residen en territorio estadounidense, aunque en esta circunstancia habrá muchos que cruzarán la frontera desde el cercano México, también le dan ventajas a las huestes del aquí reconocido por los medios locales como "el equipo de Messi".

No tiene estigma futbolero el estadounidense, al punto que fue "visitante" en las tribunas cuando cayó en el debut de la fase de grupos frente a la Colombia de José Pekerman, uno de los tres entrenadores argentinos que habitará estas semifinales junto a Martino y Juan Antonio Pizzi. 

No puede haber otro camino entonces para Argentina que el que conduce a la final del próximo domingo en el nuevo estadio de los Giants, en Nueva Jersey, si hace, simplemente, lo que tiene que hacer. Como hasta ahora.