Sporting tuvo una ráfaga y volvió a gritar campeón

Con un segundo tiempo formidable, en el que dio vuelta el partido y se llevó por delante a Mar del Plata, el "marista" cortó la racha, ganó el clásico de visitante y se consagró en el Regional Pampeano A después de cuatro años. 

La felicidad mezclada con el desahogo.Sporting necesitaba cortar la racha y volver a ganar el Regional y lo hizo de la mejor manera, dando vuelta el partido y festejando en la casa del clásico. (Fotos: Diego Berrutti)

16 de Septiembre de 2017 19:11

No defraudaron. El juego no lució, pero Mar del Plata Club y Sporting jugaron una "final" que se disfrutó, adentro y afuera. Con casi 3000 personas en Santa Celina, parecía que el local se encaminaba al quinto Regional Pampeano A consecutivo, pero el "aurinegro" se guardó la sorpresa para el tramo final del partido, cuando encontró los espacios, dio vuelta el resultado (perdía 15-3) y terminó festejando por 27 a 21 para gritar campeón después de cuatro años. Una fiesta como sólo estos dos equipos pueden ofrecer en la Unión de Rugby de Mar del Plata.

Si algún hincha de Sporting se fue en el entretiempo, creyendo que la historia era irreversible y quiso evitar ver festejar otra vez al clásico rival en su cara, todavía lo debe estar lamentando. Pero hasta podría entenderse. Porque de acuerdo al desarrollo de esa primera etapa, nada hacía pensar el quiebre que se dio en el complemento.

Como habían anunciado de ambos lados en la previa, el arranque fue trabado, muy cortado y con los dos equipos usando mucho el pie. Entonces, el juego no era vistoso y, por momentos, fue aburrido. El primero en golpear fue Sporting, que tuvo un penal que el apertura Juan Noceti metió entre los palos y le dio la primera ventaja a la visita que, con ese resultado, se consagraba. Pero faltaba mucho y, de a poco, Mar del Plata Club empezó a tomar el control del partido, a jugar más cerca del ingoal albinegro y tuvo la oportunidad de igualar que desaprovechó Leonardo Sestelo. Sin embargo, ese dominio se transformó en puntos con un try de Tomás Sestelo que su hermano convirtió para el 7-3 local. Otro penal de "Leo" comenzó a estirar la ventaja y un error de José Díaz permitió que Santiago Rodríguez por izquierda pusiera el 15-3 con el que se fueron al descanso. ¿La sensación? Que "Mardel" estaba mejor parado, más entero y que Sporting no le encontraba la vuelta para llegar al ingoal rival. Doce puntos de ventaja y 40' para conocer al campeón.

El complemento no arrancó muy distinto y nada hacía pensar que fuera a cambiar. Si bien Sporting intentó tener mayor vocación ofensiva, estaba lejos de un try que lo metiera en juego. Encima, cuando logró descontar con un penal de Noceti, enseguida recuperó la ventaja Mar del Plata con Leonardo Sestelo. Hasta que llegó el quiebre del juego: a los 26', en una jugada muy trabada, Pedro Area logró apoyar contra un palo, el apertura convirtió y el resultado se emparejó: 18-13.

Fueron ocho minutos fatales para el local y gloriosos para los "marista" que se lo llevaron por delante, tuvieron un envión anímico y fueron un aluvión que levantó a los hinchas aurinegros que llegaron hasta Santa Celina y, hasta ahí, miraban tranquilos el partido. Porque el try de Area fue a los 27' y a los 33' ya era fiesta visitante y desconcierto de "Mardel". A los 31', Ignacio Roldán se escurrió entre la defensa ingresando por izquierda, empató las acciones y Noceti desniveló con el pie. Dos minutos más tarde, Iván Nemer la ganó y encaró, tiró un sombrero, la pelota picó mal, con tanta suerte que atrás venía acompañando Ignacio Marino que la capturó, quebró la cintura y se fue derechito abajo de la H para empezar a encaminar el triunfo. Quedaban 7' y la ventaja visitante era de 9 puntos: 18-27.

El resto, era fiesta del lado aurinegro de Santa Celina y ansiedad y concentración de los dirigidos por Eduardo Etcheto dentro del campo de juego, para no sufrir ninguna sorpresa ni dar lugar a su rival de una recuperación como la que habían experimentado ellos. Y desesperación de Mar del Plata Club que veía escapar un partido que parecía controlado y se le fue de las manos. Pero no había tiempo para milagros, apenas un penal de Sestelo para decorar el 21-27 final y el pitazo final de Pablo Casellas que dio lugar a los festejos que tanto necesitaban, que tanto esperaban y que tuvieron sabor a desahogo de los "maristas", que después de cuatro años, volvieron a gritar campéón.

Una fiesta única en el rugby zonal

No es un partido más. Y no porque haya estado en juego el título del Regional Pampeano A. Sino, que Sporting y Mar del Plata Club son el clásico marplatense y vienen dominando con autoridad el rugby local desde hace un largo tiempo. Entonces, hace que se viva de una manera diferente, adentro y afuera de la cancha. 

Pocos eventos deportivos de la ciudad, son capaces de juntar casi 3000 personas. Y ni hablar del comportamiento ejemplar de todos, la caballerosidad de Mar del Plata tras perder, de Sporting que antes de festejar fue a saludar a sus rivales, de los hinchas de ambos equipos que compartieron el hermoso predio de Santa Celina sin la necesidad de siquiera un policía, de un espectáculo digno de destacar y, para coronar, un partido que terminó siendo atrapante, con muchos condimentos y el aurinegro que no quiso ser un invitado de lujo a la fiesta de su clásico rival, se la aguó, cortó la racha y se llevó el trofeo.
 

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