Incertidumbre por el impacto que tendrá en la economía argentina la devaluación en China

Marcos Gallo, economista de la Unmdp, analizó el posible impacto que tendrá en la economía regional la devaluación del yuan.

7 de Agosto de 2019 10:42

Por Redacción 0223

PARA 0223

La decisión de la República Popular China de devaluar días atrás 1,5 el yuan provocó un cimbronazo en todas las monedas emergentes, entre ellos Argentina en donde el valor del peso superó la barrera de los 46 al comienzo de la semana. ¿Y ahora? Esa es la pregunta que le hizo 0223 al licenciado en Economía, docente, investigador y miembro del grupo de Estudios del Trabajo la Facultad de Ciencias Económicas de la Unmdp, Marcos Gallo, quien hizo su análisis de la situación.

Tras aclarar que es necesario tener en cuenta no sólo el panorama internacional, sino también las características específicas de la economía argentina, Gallo  evaluó que  la devaluación de China “agudiza la incertidumbre en los mercados financieros mundiales”, lo que se traduce en que los capitales fluyen hacia activos duros, confiables, principalmente el dólar, bonos del tesoro norteamericano y en el oro, que estos últimos días tuvo un alza en la cotización muy importante. “El dólar y los bonos funcionan como refugio más importante en contextos de incertidumbre”, puntualizó. 

“Esto hace que el dólar aumente en los mercados internacionales y por supuesto nos afecta a nosotros como economía emergente y hace también que haya un reflujo de capitales desde los países periféricos o subdesarrollados como el nuestro hacia los países centrales. Eso provoca presiones sobre la cotización del dólar y de las monedas duras en todo el mundo. O, visto desde otro lado, genera tendencias hacia la devaluación de las monedas de los países periféricos, que es lo que hemos estado viendo en los últimos días, tanto con el peso argentino como con el real y el peso mexicano, por ejemplo”, explicó el especialista. 

En ese sentido, reparó en que desde la  crisis mundial del 2008 el comercio internacional “crece de manera muy débil, se estanca e incluso ha tenido años de retroceso”. “El comercio global -según datos de la Organización Mundial de Comercio- tuvo años en los cuales retrocedió y en este marco, los países desarrollados se abroquelan, tratan de defender sus producciones y de colocar en los mercados mundiales sus excedentes de producción. En este marco es que se agudiza la puja comercial entre China y Estados Unidos, sobre todo, a partir de la asunción de Donald Trump, que tiene una política de relocalizar parte de la producción de la economía norteamericana en EEUU para generar puestos de trabajo en ese país”, indicó.

En cuanto a las consecuencias que eso tendrá en Argentina, el economista advirtió que tiene “un efecto amplificado porque desde el año 2016 acá se desregularon completamente los movimientos de capitales financieros, entonces, ante cualquier vaivén de la economía mundial los flujos de capitales ingresan y salen libremente de la Argentina, a mucha velocidad, en grandes cantidades y sin ningún tipo de restricción. Las presiones devaluatorias que eso genera son muy fuertes”.

"También hay que tener en cuenta que la economía argentina es considerada muy vulnerable por el hecho de que lleva ya casi cuatro años de un déficit acumulado de cuenta corriente muy grande y de una salida de capitales en concepto de formación de activos externos -lo que habitualmente se conoce como fuga de capitales- muy grande. Si uno suma eso dos factores acumulados desde diciembre de 2015 hasta el día de hoy, vemos que ese desequilibrio en conjunto suma el total del nuevo endeudamiento externo que tomó el actual gobierno. Eso significa que prácticamente la totalidad del endeudamiento externo que tomó el gobierno de Mauricio Macri se destinó a financiar la fuga de capitales, lo que hace que las previsiones, las expectativas sobre la evolución de la economía argentina y las variables cambiarias y financieras sean muy susceptibles y, en general, pesimistas; con fundadas razones porque Argentina ya no tiene acceso al crédito externo privado, sólo ha accedido a nuevas líneas de crédito gracias a la asistencia del FMI y en esas condiciones, ante una crisis internacional importante y ante una fuerte salida de capitales tiene muy pocas herramientas para administrar una situación de crisis”, dijo más adelante. 

Frente a este panorama, Gallo señaló que, por ahora, las últimas herramientas con que cuenta el gobierno son la suba de las tasas de interés de las Leliqs y la venta de reservas del Banco Central, "que son muy difíciles de reponer en un contexto de déficit de cuenta corriente y acceso restringido al crédito externo". "A eso hay que agregarle que las expectativas sobre la cotización del dólar se ven tensionadas por una retraso cambiario acumulado muy importante porque estamos teniendo una inflación mensual considerable y el dólar está estable; es decir, el tipo de cambio real se está atrasando y todos sabemos que cuando eso sucede, en algún momento se corrige mediante una devaluación. Eso refuerza las expectativas devaluacionistas y, a su vez, configura la demanda de dólares; lo cual conforma un escenario muy complicado", apuntó.

Por último, el economista advirtió que "es muy difícil saber" qué ocurrirá en los próximos días, aunque vaticinó que "probablemente, mediante las alzas en las tasas de interés y la venta de dólares a futuro, la situación pueda controlarse en el corto plazo, pero hacia el mediano plazo el mercado cambiario y financiero argentino enfrentan una situación incierta".