Mató a un adolescente en la peatonal y lo condenaron a 18 años de prisión

La sentencia a Uriel Chávez se conoció este mediodía en el Tribunal Oral en lo Criminal N°1. Lo hallaron autor penalmente responsable del delito de homicidio.

Lucio Garay tenía 17 años.

3 de Julio de 2025 17:32

Por Redacción 0223

PARA 0223

El joven que en febrero de 2023 mató a a puñaladas del adolescente Lucio Garay en Córdoba y la peatonal San Martín fue condenado a 18 años de prisión por los miembros del Tribunal Oral en lo Criminal N°1. Uriel Chávez seguirá alojado en el complejo penitenciario de Batán.

Los jueces Facundo Gómez Urso, Paula Soulé y Pablo Viñas hallaron al sujeto de 20 años autor penalmente responsables del delito de homicidio y no consideraron el agravante de la alevosía por el que la fiscal Florencia Salas había solicitado la pena de prisión perpetua.

Intentó refugiarse en el cine.

En la sentencia a la que tuvo acceso 0223, los magistrados descartaron cuestiones eximentes de la responsabilidad penal y valoraron como atenuante, tal solicitado por el abogado defensor Diego Castro, la juventud y la falta de antecedentes de Chavez.

En cuanto a los agravantes, la titular de la Unidad Funcional de Instrucción N°1 propuso la extensión del daño causado, la nocturnidad, y las condenas de menor.  El Tribunal solamente consideró el primero de ellos.

El hecho

Un pisotón habría desencadenado en la madrugada del 21 de febrero una disputa entre Lucio y un amigo suyo con otros tres jóvenes, entre quienes estaba Chaves. En un principio, había trascendido que en medio de esa pelea se había producido el ataque en el que Lucio recibió las puñaladas pero la fiscal aclaró que la pelea a golpes de puños se desarticuló y que cada grupo siguió por su lado.

Intentó refugiarse en el cine.

Mientras Lucio se retiró con su amigo, el presunto asesino y sus dos amigas se fueron a comprar un helado. “Él les dio el ticket para que pidan el helado y se fue a esconder detrás de un cantero a esperar que pase Lucio”, sostuvo la fiscal Salas durante la investigación tras tener acceso a distintas imágenes de cámaras de seguridad para poder reconstruir con detalle la secuencia homicida.

Cuando la víctima pasó, el atacante salió sorpresivamente y le provocó tres heridas: un corte arriba de la ceja, otra en el dedo mayor de la mano izquierda y otra mortal, en la zona del corazón que le perforó el ventrículo izquierdo. El arma empleada no fue un cuchillo como se pensó inicialmente, sino un trozo de fierro similar a una yuga.