Por qué el dólar marca un nuevo récord

133. 136. 140. Hay semanas olvidables en la Argentina. Ésta fue una de esas. Una vez más el dólar de la calle, el blue, toca un nuevo pico, sube 10 pesos en una semana y acumula una suba del 80% en lo que va del año.

¿Por qué? ¿Qué hay detrás de éste pronunciado aumento?

El dólar blue funciona como termómetro. No es el problema de la economía argentina, sino una de sus consecuencias. Una fiebre producto de una infección. En una economía con sobrados pesos en circulación, escasez de dólares e incertidumbre respecto de lo que puede pasar en los próximos treinta días y la casi permanente expectativa de devaluación, nos lleva a hacernos otra pregunta: Para el argentino, el dólar ¿está siempre “barato” porque siempre “está por aumentar un poco más”? Posiblemente.

En este caso el dólar ilegal y la gran brecha con el oficial es la forma de exhibir que algo tiene que cambiar urgente.

Veamos qué generó éste reciente salto.

Entre mediados de abril y fines de mayo, el Banco Central de la República Argentina tuvo una posición vendedora en el mercado oficial de cambios pese al cepo de U$S200, el superávit comercial en la balanza comercial y el período de liquidación de agro-dólares. Es decir, perdió reservas y lo hacía a un ritmo insostenible. Por ese motivo llegó el “súper cepo recargado” que ajustó el acceso a los dólares oficiales para importadores. ¿La finalidad? Reducir la demanda de dólares cerrando un grifo más. Por un lado, el Central les pidió que usen sus propios dólares en el exterior antes de solicitar dólares a la cotización oficial a la autoridad monetaria, y por otro adicionó restricciones para las personas físicas, estableciendo un plazo de 90 días para acceder al “dólar solidario” (oficial más impuesto PAÍS) para quienes habían operado en el “dólar bolsa”. Gracias a estas medidas el BCRA, hasta fines de junio, pudo volver a tener posición compradora recuperando dólares para sumar a sus reservas. 

Sin embargo, una vez más, a partir de julio hubo venta de dólares por parte de la entidad. Viendo las causas, se encontraron con una “avivada argentina” que generaba más demanda de la que debería haber. Allí aparecieron los “coleros digitales”. Personas que transferían el valor en pesos correspondiente a la compra de U$S200 (tipo de cambio oficial) a cuentas que por diversos motivos no utilizan su cupo mensual permitido de acceso a la divisa. Desde esas cuentas no propias, previo acuerdo con su titular, se realizaba la compra de moneda extranjera y posteriormente se transferían los dólares a la cuenta del ideólogo material de éste movimiento, que se verificó se venía realizando recurrentemente. Alguna comisión quedaría en el camino. Parte de éstos dólares que recibían los “coleros digitales” luego se cambiaban en el mercado del blue, haciendo importantes diferencias producto de la brecha cambiaria. Compran dólares en el banco al oficial más el recargo del impuesto PAÍS, aproximadamente a $98 por dólar y los venden al “blue” a unos $125 (tipo de cambio comprador), logrando una ganancia financiera rápida en pesos. Si bien este circuito no está permitido, mantenía estable el mercado blue porque le generaba entrada de moneda constante.

Como alteraba la demanda del oficial y no quieren dejar correr mucho más su cotización, con prisa, se redoblaron los controles para las personas físicas.

Como consecuencia del mayor control sobre el dólar oficial se generó en la última semana mayor demanda del paralelo llevándolo a tocar el pico de los 140 pesos.

El dólar bolsa y el dólar contado con liquidación se mantienen estables. ¿Por qué uno sube y otros quedan sin movimientos? Los primeros pertenecen a mercado legal y a una operatoria mucho mayor a partir de compra/venta de parte de empresas e inversores que a su vez por estas fechas avizoran un cierre exitoso de la renegociación de la deuda y no están ahora mismo pensando que el dólar pueda dispararse. Todo es cuestión de expectativas. En cambio, lo sucedido en blue tiene que ver con la calle, con quien tiene un ahorro y busca refugiarse ante un panorama muy poco claro, lo que mantiene encendida la llama de la expectativa constante de devaluación.

Pero la realidad es que un dólar paralelo de 140 pesos parece ser un dólar bastante alto. En términos históricos podemos compararlo con el dólar de 4 pesos del pico de crisis del 2002. A valores de hoy: 120/122 pesos. Es decir ¿hay más incertidumbre hoy que en aquel momento? Los números marcan una situación insostenible y el riesgo de que el blue gane relevancia y referencia y siga disparando aún más la expectativa de devaluación.

El Banco Central cuenta los dólares que tiene en sus reservas. La preocupación es que aún con severos controles no lograr estabilizar el mercado, siempre alguna variable se altera y muestra la fragilidad de éste rompecabezas. El titular de la entidad, Miguel Pesce aguarda en principio al cierre de renegociación exitoso de parte del Ministro de Economía Guzmán, como fuente de calma y de estabilización de expectativas. Si el canje es inminente ¿por qué no dejar correr el oficial unos centavos para no seguir perdiendo reservas y aguardar a la estabilización que esperan se dé post cierre con bonistas? Los diagnósticos y las políticas no se ponen de acuerdo.

La “fiebre del verde” sigue esperando poder ser controlada alguna vez sin métodos rápidos que oculten los problemas de fondo.

 

 

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