Confiemos en una ciudad con empleo de calidad

Más allá de que la cifra de desempleo fue del 7% en el tercer trimestre de 2022, hay 123.000 marplatenses y batanenses con problemas de empleo. ¿Cómo resolverlo?

Las filas de jóvenes en busca de un empleo son una constante para Mar del Plata.

Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el desempleo en Mar del Plata en el tercer trimestre de 2022 se ubicó en el 7%, un número menor al del segundo trimestre. Sin embargo, la sensación de los vecinos de la ciudad es que la situación del empleo es sumamente difícil y los salarios no alcanzan. ¿A qué se debe esta contradicción?

Si uno hila fino en los datos, encuentra la respuesta. Mientras que la desocupación afecta a 22.000 vecinos, el número de subocupados, es decir, aquellos que trabajan menos de 35 horas semanales y desean trabajar más, está conformado por 46.000 personas. En tanto que el número de ocupados demandantes de empleo alcanza a 55.000 personas. En total, se trata de 123.000 marplatenses y batanenses con problemas de empleo.

La tendencia muestra que la creación de empleo se sustenta principalmente en trabajo informal compuesto principalmente por asalariados no registrados, trabajadores familiares y cuentapropistas. Según el portal Mar del Plata Entre Todos, el empleo informal representaba un 46,77% sobre el total en 2021. En síntesis, la creación de empleo es de mala calidad, no sindicalizado, sin cobertura médica y jubilatoria, con sueldos que no alcanzan a la inflación y sin seguro ante el desempleo. Es por la mala calidad del empleo que los trabajadores deben recurrir a más de un trabajo para subsistir.

Según la última estimación del Producto Bruto Geográfico (PBG) realizada en 2012, el sector primario, que agrupa al conjunto de actividades ligadas a la transformación del medio natural, -Agricultura, Ganadería, Pesca, Caza, Silvicultura y Minería-, representaba el 8,3% del PBG. La agricultura tanto extensiva como intensiva y la ganadería sumaban el 3,6%, la pesca extractiva el 4,5% y la minería tan sólo el 0,1%.

El sector secundario está conformado por aquellas actividades ligadas a la transformación de insumos para la producción de bienes finales. En el año 2012 este sector representaba el 29,5% del PBG del Partido. La actividad más importante era la industria manufacturera, que representaba el 18,4% del total; seguida por la construcción, con un 9,6%, y, por último, la generación, transporte y distribución de electricidad, gas y agua (1,6%).

Por último, el sector terciario o servicios, que engloba las actividades relacionadas con los servicios no productores o transformadores de bienes materiales, representaba en el Partido el 62,2% del valor agregado del año 2012.

Como en cualquier economía relativamente desarrollada, el sector servicios es el principal empleador, proceso que se llama terciarización de la economía. Esto incluye subsectores como comercio, turismo, hostelería, ocio, cultura, gastronomía, y servicios públicos como salud y educación. Estos sectores se ven atravesados por el turismo receptivo de Mar del Plata. El problema de esto es el marcado carácter estacional del empleo: los trabajos de verano vinculados al turismo son estacionales y de mala calidad, promoviendo el problema del desempleo y el subempleo, así como la informalidad. Este problema afecta particularmente a los jóvenes que, luego de trabajar en la temporada, no consiguen un empleo el resto del año.

Mar del Plata y el partido de General Pueyrredon necesitan reformular y diversificar su estructura productiva e incentivar sectores que generen alto valor agregado y empleo de calidad para todo el año. En Construyendo General Pueyrredón proponemos retomar algunos puntos del Plan Estratégico Mar del Plata 2013-2030 para establecer una lógica de ciudad inteligente como nueva base de actividades económicas innovadoras. Tenemos que convertir Mar del Plata en una referencia de modelo de economía del conocimiento que genere empleo y dinamismo productivo.

Para eso proponemos: incentivar cadenas de valor orientadas al mercado interno y exportación que integren valor agregado a través de la ciencia, la tecnología y la técnica; establecer regímenes de promoción industrial a partir de la exención de tasas y facilidades de habilitación; crear un plan de capacitación que se enfoque en las actividades económicas del Partido, así como aquellas que sean de nuestro interés fomentar; potenciar un perfil multipropósito del puerto; ampliar el Parque Industrial y extender los beneficios fiscales del Distrito Tecnológico a 20 años y, por último, crear espacios comerciales a cielo abierto potenciando el tránsito de peatones y la actividad comercial.

Con respecto al empleo, como hemos mencionado, el mayor problema es la informalidad. Más allá de ciertas políticas económicas y sociales que se pueden implementar desde el gobierno nacional, el Municipio puede realizar políticas focales a nivel local para potenciar las políticas de formalización. El gobierno municipal se ha vanagloriado recientemente de dar asesoramiento para actualizar CVs, como si eso fuera una política integral de empleo. Nosotros proponemos medidas más ambiciosas, en concreto: implementar regímenes simplificados de tributación y trámites para pequeñas y medianas empresas que fomenten la inserción en la economía formal y extender los beneficios del programa Empleo Joven, aumentando el monto de descuento y el tiempo de beneficio.

Reducir impuestos y trabas, como algunos creen, no perjudicará las cuentas del municipio. Al contrario, al crecer nuestro entramado productivo, aumentará nuestra base tributaria y el municipio contará con más recursos y nuestros vecinos tendrán ingresos más altos, generando un círculo virtuoso propio de una ciudad inteligente. Confiemos en que podemos hacerlo, confiemos en que construir una ciudad diferente es inevitable y está por venir.