A dos meses de los despidos, vaciaron los depósitos de Compumundo

Los pocos productos que quedaban en los depósitos de Compumundo fueron vaciados este viernes y confirma el escenario de una crisis terminal irreversible en la empresa que, al igual que Garbarino, pertenece al dirigente deportivo Carlos Rosales.

A dos meses de los primeros despidos que se confirmaron en la firma, los movimientos que se vieron en las últimas horas en la sucursal de la Rioja y Rivadavia fueron para llevarse lo poco que quedaba allí, pese a que el Sindicato de Empleados de Comercio había embargado la mercadería.

"Se llevaron la última posibilidad de recuperar algo de los sueldos adeudados. Y la última esperanza de que las respuestas lleguen", lamentaron trabajadores, al comunicarse por la dramática situación con 0223.

A Compumundo le quedaban en la ciudad dos empleados que recibieron sus telegramas de despido a principios de octubre. Se trató de un anticipo de lo que sucedería en Garbarino, donde, a dos días de celebrarse las elecciones generales, echó a todo el personal.

Más allá de la certeza de las desvinculaciones laborales que se han producido a la fuera y después de una larga agonía, hay profunda incertidumbre sobre cómo seguirá el conflicto.

Las más de 30 familias que en Mar del Plata están en vilo por la situación terminal de la empresa que supo ser líder en venta de electrodomésticos, al igual que como sucede con otras 4 mil familias que quedaron en la calle en todo el país, solamente esperan que el grupo empresario que dirige Rosales, con pasado en el Club Atlético San Lorenzo de Almagro, se digne a pagar los salarios adeudados. 

Pese a la consulta de este medio, desde el Sindicato de Empleados de Comercio de Mar del Plata no brindaron detalles de la situación actual. Previamente, habían dicho que esta crisis terminaría en la Justicia pero, mientras tanto, los trabajadores luchan contra la incertidumbre y la angustia.