El debut de Aldosivi: nuevo entrenador, mismos errores y una intención que falta pulir
Aldosivi debutó este sábado con una nueva derrota como local ante Godoy Cruz, repitiendo los errores que siempre padece jugando en el Minella, pese a la llegada de un nuevo entrenador.
La expectativa pasaba por ver por primera vez a Fernando Gago trajeado como director técnico, más rápido de lo esperado, a tres meses de su retiro. Pero sobre el Aldosivi equipo, pocas piezas nuevas como para suponer un rotundo cambio de imagen para un plantel que tuvo una pobrísima Copa Diego Maradona, que terminó en la salida de Guillermo Hoyos.
Con apenas tres semanas de entrenamiento -Gago dirigió su primera práctica el 21 de enero-, sería injusto pedirle al flamante DT que haga "magia". Dos refuerzos que saltaron rápido a la cancha: el volante Gastón Lódico -interesante manejo de pelota, buena pegada- y el delantero Lautaro Guzmán -mostró leves "chispazos" de su talento por el extremo-, y el resto un equipo ya conocido, que tuvo además, una defensa improvisada. Sin confiar en los paraguayos Mario López Quintana y Fernando Román -bajo nivel en el último torneo-, y con la partida sorpresiva de Lucas Villalba a Argentinos Juniors 48 horas antes, Gago dispuso a Joaquín Indacoechea de lateral derecho (es volante central), y a Emanuel Iñiguez por el lateral izquierdo.
Como era de esperarse con la idea de Gago, la salida desde el fondo siempre intentó ser prolija, por abajo. Pero claramente al equipo le faltaron -en esta formación- intérpretes y más trabajo. Tardó apenas diez minutos Godoy Cruz en darse cuenta que, presionando un poco más arriba, generaría imprecisiones en su rival. Seguramente las inclusiones de los hermanos Insúa, requeridas por el DT, puedan mejorar esta intención. Emiliano -jugaría como zaguero- y Emanuel, flamantes refuerzos, están técnicamente preparados para generar una salida más limpia y precisa del fondo.
Lautaro Guzmán, una de las pocas caras nuevas de Aldosivi.
Como con Hoyos, a Aldosivi le faltó explosión de mitad de cancha hacia arriba. Desde el mediocampo, con un Leandro Maciel nuevamente en bajo nivel, y Gil Romero más firme en el corte que en la entrega, solo Lódico intentó por momentos romper alguna línea. La pelota nunca llegó limpia y con espacios para los delanteros por afuera, Malcom Braida y Lautaro Guzmán. Mérito del rival en no regalar huecos, falta de creatividad en el local. Entonces, Federico Andrada -siempre regular- debió jugar permanentemente de espaldas para descargar, y nunca recibir de frente al arco. Un calco del ciclo de Guillermo Hoyos.
Y volviendo a la defensa, otra vez los errores tácticos e individuales que se pagan carísimo con goles. Los primeros tiempos de Aldosivi en el Minella siempre tienen una fatalidad, en esta racha de diez partidos sin ganar en Mar del Plata (9 derrotas, 1 empate). Las dudas de Schunke, la salida apurada de Pocrnjic, la falta de diálogo -o gritos-, y un delantero que siempre está un segundo antes que toda la última línea, en este caso Ezequiel Bullaude en el 1 a 0.
"Hay un margen muy amplio para el crecimiento", dijo Gago con razón. Es un reconocimiento de que a Aldosivi le falta mucho para crecer como equipo. Corregir falencias viejas, profundizar y "martillar" con la "idea" que quiere el entrenador. La duda seguirá siendo si este plantel cuenta con los jugadores ideales para un juego protagonista, de presión alta, salida prolija. Si encontrará Aldosivi en estas últimas horas de un difícil mercado de pases, aquel jugador que "rompa las líneas" con una gambeta para ganar en desequilibrio.
Mientras tanto, vale recordar que si bien no habrá descensos hasta fines de 2022, este torneo vuelve a contabilizar los puntos para el promedio, y Aldosivi no está nada holgado. Falta mucho, pero a la vez transformarse esto en una relajación, puede ser peligroso para el futuro en primera división.
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