Ante las nuevas restricciones, gastronómicos evalúan otra rebelión ​​​​​​​

Aunque la mayoría de los comerciantes acatará las nuevas disposiciones para reducir la circulación por la segunda ola de coronavirus, desde el sector insisten en que, sin una asistencia financiera, habrá locales que deberán cerrar definitivamente.

Desde hoy, los bares y restaurantes deberán cerrar a la medianoche, tal como lo dispuso el gobierno por la escalada de casos de coronavirus. Foto: archivo 0223

9 de Abril de 2021 12:08

Por Redacción 0223

PARA 0223

A horas de que entrara en vigencia la nueva restricción horaria que obliga cerrar bares y restaurantes a la medianoche para reducir la circulación frente al avance de la segunda ola de coronavirus, los comerciantes del rubro advierten que no podrán sobrevivir una situación similar a la del año pasado y piden asistencia financiera para sobrevivir a la pandemia. Al mismo tiempo y frente al panorama oscuro que se presenta, sobre todo, para las próximas semanas, ya hay quienes hablan de volver a rebelarse ante las medidas dispuestas por el gobierno y mantener los comercios abiertos más allá del horario permitido

“Estamos en una etapa en la que la sensación es casi de entrega. Entramos en un espiral de decadencia en el que no tenemos más herramientas para, en muchos casos, seguir teniendo abierto. Y, entre los que tienen ganas de seguir luchando, hay un debate para ver qué vehículo podemos encontrar para que la caída no sea tan abrupta”, definió Hernán Szkrohal, uno de los referentes del sector, al hablar del ánimo de sus colegas.

A pesar de que confirmó que la mayoría acatará las disposiciones, advirtió que la posibilidad de una nueva rebelión es algo de lo que ya se empezó a hablar. “Hay quienes plantean iniciar medidas más fuertes en lugar de apelar al diálogo y la negociación”, confió en declaraciones a 0223 Radio. Para el comerciante es una postura lógica en un rubro que desde el inicio de la pandemia trabaja entre un 60 y 50% menos de lo que lo hacía históricamente, lo cual pone en riesgo la continuidad de más de 15 mil puestos de trabajo a nivel local.

En ese sentido, reconoció que en el rubro avizoran un panorama complejo y, de hecho, ya tienen en claro que “muchos comercios van a cerrar este invierno en Mar del Plata”. Si bien Szkrohal aclaró que son conscientes de que “existe un problema sanitario y el mundo combate al virus con vacunas o cierre de actividades”, reparó en que, a diferencia de otros lugares, “en Argentina cerraron nuestra actividad durante muchos meses y eso generó casi el quiebre de muchísimos locales que siguieron abiertos en función de deudas gastronómicas que se tomaron hacia adelante y ahora no tenemos más margen para volver a restringir”.

 

El empresario gastronómico contó que el consumo bajó notablemente 4 ó 5 días antes de que el gobernador Axel Kicillof anunciara las medidas y, en consecuencia, “se empezó  a achicar el trabajo en los negocios”. “El mantenimiento de un local gastronómico que tiene mucho recurso humano trabajando e infinidad de costos fijos que solventar, sin consumo y con restricción de horarios, genera muchas pérdidas. Uno puede atender la situación sanitaria pero, irremediablemente es necesario una asistencia. Sino, lo que encontrás son deudas impagables hasta dentro de diez años y luego, el quiebre”, sintetizó.

Por último, insistió en la necesidad de que el Estado evalúe lo antes posible contener económicamente a los rubros más perjudicados por la crisis del coronavirus. “El ATP fue, dentro del cúmulo de gastos que uno fue generando, una ayuda concreta, aunque insuficiente. El Repro, en el 90% del sector se dio en enero y a partir de febrero no lo cobró más nadie. Los días pasan, las restricciones duran meses, entonces, sin poder prever cómo va a seguir esto, genera una sensación de angustia y de impotencia”, concluyó.