National Geographic habló de los carpinchos de Nordelta: “Retoman el territorio que perdieron”

La invasión de carpinchos en Nordelta, fenómeno que puso sobre la mesa la falta de una ley en Argentina que proteja los humedales, sigue dando que hablar. Este sábado el National Geographic se refirió al tema y defendió el regreso de los roedores al “territorio que perdieron hace más de dos décadas”.

La revista especializada se refirió a la situación vivida con los animales en el barrio cerrado que se erigió sobre uno de los humedales del río Paraná. “Está claro que quienes invaden el territorio no son las especies que habitan los humedales. Por el contrario, la responsabilidad recae en el desarrollo urbano irresponsable en un entorno natural ajeno a nuestra especie”, señala la revista.

National Geographic calificó a los carpinchos como seres “apacibles” que tienen, además, un trato “muy amigable” con otros animales. No obstante, señaló que defienden su territorio: “Cuando ellos -o sus camaradas- se sienten amenazados, no dudan en dejar bien claro a quién le pertenece la tierra”.

“Los animales endémicos del antiguo humedal tampoco tienen posesión de las tierras, pero parece ser que la invasión de capibaras está a punto de cambiar el panorama una vez más. A diferencia de lo que pasó a principios del milenio, cuando las obras de construcción del barrio comenzaron, la viralización de fotografías y videos en redes sociales han generado mucho más ruido en todo el mundo. La tendencia en Twitter persiste como una de las primeras en Argentina, y se ha posicionado como las primeras 10 en toda América Latina”, mencionaron en la publicación.

Desde National Geographic también destacaron la respuesta de diversas organizaciones de la sociedad civil que “se han pronunciado en contra de las acciones que se piensan tomar contra los capibaras del río Paraná”.

“Antes desplazados por el desarrollo urbanístico exclusivo e irresponsable, los capibaras están retomando el territorio que perdieron hace más de dos décadas. Aunque los vecinos enardecidos del Nordelta intenten erradicarlos, tienen la presión de la mirada del mundo sobre la espalda”, concluyó.