Mar de piratas: más de 19 mil personas casadas buscan "amantes" en Mar del Plata

El dato lo revelaron a 0223 desde Ashley Madison, el principal sitio de citas clandestinas para casados en el mundo. En promedio, los más infieles en la ciudad son los hombres y mujeres de 34 años.  

Sí, existe. Aunque parezca imposible de imaginar, hay un censo de “infieles” en Mar del Plata. Ashley Madison es un sitio de citas clandestinas para casados líder en todo el mundo y en su base de datos consta la cantidad de personas registradas con residencia en la ciudad. No solo eso: también ofrece un detalle sobre las edades en donde se pronuncia la búsqueda de “aventuras” prohibidas y la condición amorosa que presenta cada usuario.

Voceros de la empresa internacional facilitaron parte de los registros a 0223 y revelaron que desde 2012, el año en que se produjo su desembarco al país, se han sumado en “La Feliz” más de 19 mil personas al servicio de affairs online. Los marplatenses que han mostrado el interés más evidente ocupan la franja etaria que va de los 30 a los 40 años.

En general, las personas de la ciudad que agigantan la red social del “pecado” rondan los 34 años, pero al hacer un desglose por género de la información que provee la compañía – siempre bajo estricta reserva de los datos personales – se puede confirmar que las mujeres son unos años mayores que los hombres al momento del registro: el promedio expone una diferencia de 39,2 años frente a 33,8 años.

Para Ana María Vaernet, psiquiatra y sexóloga clínica, el dato no es casual: en base a su amplia experiencia de consultorio, confirma que la infidelidad “suele aparecer en estas edades”. “Tanto en el hombre como en la mujer nace, en general, como una necesidad de reafirmar la propia autoestima, de verse joven, de demostrarse que uno todavía puede gustar y seducir”, asegura.

“La verdad es que la infidelidad existió siempre y la virtualidad lo único que hace es ayudar a encontrar nuevas formas de encontrarse. Ahora se está trabajando mucho el tema de las ‘parejas abiertas’ y se trata de abrir un poco más el panorama. Si se dice que más del 50% de las parejas son infieles y la otra parte lo sabe, ¿por qué no blanquearlo?”, plantea la especialista, en diálogo con este medio.

Contra el aburrimiento

El denominador común de los casos de infidelidad suele darse por la sensación de estancamiento que se acusa dentro de la pareja. Una reciente encuesta que lanzó Ashley Madison entre sus usuarias mujeres, confirmó que el 34% comenzó a aburrirse de su pareja estable después de transitar entre 6 y 10 años de relación.

Ashley Madison sumó miles de adeptos en los últimos años en Mar del Plata.

“El desgaste, la falta de retroalimentación y de no generar cosas que enriquezcan a la pareja muchas veces lleva a un estado de amesetamiento o hasta de aburrimiento. Entonces, una persona nueva que aparece de afuera puede despertar algo en uno de los dos que quizás estaba muy dormido”, explica al respecto Vaernet.

De hecho, los datos que dispone la página a nivel local también dan cuenta del mismo disparador amoroso: cuando se trata de lo que la gente de Mar del Plata pretende encontrar en la red social, el 43% dice estar en una relación estable y que busca a alguien del sexo opuesto.

En la misma encuesta que Ashley Madison dirigió al público femenino, el 56% de las personas también aseguró sentirse “deseada y sexy” cuando tiene sexo con su amante mientras que el 60% dijo que el sexo es “más excitante” desde que tiene una aventura prohibida.

De todos modos, la sexóloga aclara que conoce “parejas de toda la vida” que no han necesitado caer en la infidelidad para ser “felices”. “Hay experiencias de todo tipo pero lo que la mayoría de las veces se observa es que siempre hay algo que se escapa por alguna parte y eso es lo que al final conduce a la infidelidad”, sostiene.

Ana María Vaernet también forma parte de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana.

Además, Vaernet ya reconoce una tendencia entre jóvenes y adolescentes a formar vínculos "sin tanta exclusividad". "A diferencia de lo que pasaba antes, hoy no se ven relaciones con tanta sensación de pertenencia. Parece todo un poco más light, y eso puede ser que permita abrir un poco más el panorama a futuro", confía.

Contra natura

Con el respaldo de investigaciones que ya se han expuesto en congresos de sexología, a la directora del Centro Integral de Psiquiatría, Psicología y Neurología (Cidepp) de Buenos Aires no le tiembla el pulso a la hora de catalogar a la monogamia como un “mito”.

Los humanos no somos monógamos por naturaleza. En todas las especies animales hay poligamia porque, justamente, se busca mejorar la especie. Lo que nosotros vivenciamos como fidelidad es, en realidad, un concepto que impuesto socialmente pero que no deja de ser forzado”, apunta la psiquiatra.

Vaernet por eso también propone pensar la infidelidad desde otros límites, más allá del físico. “Si yo le pongo un like en Instagram o Facebook a otra persona que me gusta y no es mi pareja, ¿estoy siendo infiel? ¿Hace falta un contacto físico para pasar a la infidelidad?”, plantea, y agrega: “Creo que el hombre tiende a vivir más la infidelidad desde el punto de vista físico, y la mujer lo hace más desde el plano romántico y emocional”.

Segundas oportunidades

Al derribar otros mitos, la profesional de la salud también afirma que un antecedente de infidelidad puede por terminar de “fortalecer a la pareja”. “A mí consultorio vienen parejas cuando alguno de los dos descubre una infidelidad y eso no necesariamente implica una ruptura. Si se sabe trabajar bien, el vínculo se puede afianzar”, dice.

“Muchas veces se escucha decir a la gente que no dudaría en separarse si descubre una infidelidad, pero en la práctica se ve algo distinto. No es tan así. Creo que se termina repitiendo esta idea para resguardarse, de alguna manera, pero lo cierto es que las parejas pueden salir adelante después de vivir esta clase de crisis”, insiste.

Tradición pecadora

Mendoza y las localidades bonaerenses de San Nicolás, Vicente López y San Isidro han despojado a Mar del Plata del lugar protagónico que supo ocupar en los primeros años de funcionamiento de Ashley Madison en Argentina. En 2012 y en 2013, la ciudad se había consolidado como la “capital de la infidelidad” por ser la primera en masa de usuarios.

El sitio de origen canadiense se popularizó en distintas partes del mundo en las últimas dos décadas.

Ashley Madison tiene raíces en Canadá y fue precursora a la hora de promover los affairs online. Su denominación nace de la combinación de los dos nombres de mujeres más comunes en Estados Unidos: Ashley y Madison. Los primeros pasos los dio en 2002 – Tinder, en comparación, recién vio la luz en 2011 – y hoy tiene más 75 millones de cuentas, con presencia en 52 países y 15 idiomas.

El lema de la red social es “Life is short, have an affair” (“la vida es corta, ten una infidelidad”) resume la esencia de la red social, creada principalmente para aquellas personas que quieren añadir un poco de adrenalina a su vida de pareja pero de manera “discreta”.

Entre otros aspectos, el sitio garantiza el resguardo de información y mantiene la identidad de cada uno de sus usuarios, permitiendo añadir un desenfoque o antifaz a la foto de perfil. Y tampoco pide sincronizar la cuenta con otra red social, como sí ocurre con la mayoría de las páginas que ofrecen un servicio similar.

 

 

 

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