Ni el tiro del final: el camino de las armas secuestradas hasta su destrucción

Retiraron más de 800 armas que estaban en Tribunales en causas con sentencia firme. Así fueron las tareas para el traslado y el control del material.

Algunas de las armas que se retiraron de Tribunales.

18 de Junio de 2022 08:08

Por Redacción 0223

PARA 0223

Utilizadas en hechos delictivos, secuestradas en aprehensiones o allanamientos, exhibidas de manera ordenada en los partes de prensa policiales, guardadas en bolsas, arrumbadas en armarios, exhibidas en juicios. 850 armas siguieron ese camino hasta que en las últimas horas fueron retiradas del Departamento Judicial Mar del Plata con destino a la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC) para su destrucción.

El operativo se realizó este miércoles en Tribunales luego de casi tres años en los que se postergó, especialmente por el comienzo de la pandemia de Covid, el aislamiento y la suspensión de actividades en distintas reparticiones. Habitualmente la recolección de las armas para su inutilización se llevaba adelante cada doce meses.

El auxiliar letrado Juan Gutiérrez, a cargo de la Oficina de Efectos, le confirmó a 0223 que en esta ocasión se entregaron 850 armas, entre largas y cortas, correspondientes a causas con sentencia firme o con solicitud fiscal de archivo y decomiso.

Juan Gutiérrez está a cargo de la Oficina de Elementos.

“Estábamos luchando desde hace rato para vengan a buscar las armas porque no lo hacían desde 2019 y finalmente pudimos coordinar esta fecha porque están recorriendo los distintos departamentos judiciales”, explicó el encargado de la Oficina creada en 2012 que depende de la Fiscalía General.

El camino previo

Cada arma que se secuestra en una causa queda a resguardo de la fiscalía y la Oficina de Efectos interviene cuando se dispone su decomiso. Allí se registra con una doble planilla en la que se rotula y se coloca una oblea con numeración que es chequeada por última vez antes de que se coloquen en las bolsas blancas hasta su destino final.

“Se ordena a partir del número de Instrucción Penal Preparatoria, fecha, tipo de arma, marca y numeración ya sea visible o limada. En el caso de las armas de fabricación casera, las denominadas “tumberas”, se indica que es un arma rudimentaria”, explicó Gutierrez.

Las armas tienen una oblea que las identifica.

Más allá de las históricas falencias estructurales del Departamento Judicial Mar del Plata y que muchas veces las armas están arrumbadas en distintas dependencias, la entrega que se realiza a la Oficina de Efectos para la posterior destrucción, debe tener un acta que garantice la cadena custodia de las mismas.

En el oficio que se envía, además de los detalles del arma figuran los datos personales –identidad y número de legajo- junto a la dependencia en la que interviene y el período en que estuvo bajo su responsabilidad. Una vez que se resuelve el destino, la etiqueta del arma cambia a “decomiso” en el Sistema Informático del Ministerio Público de la provincia de Buenos Aires.

Distinto es el caso de las municiones, armas blancas o impropias cuya devolución o decomiso se dispone en sentencias o resoluciones. “Las municiones se entregan a Policía Científica, mientras que las otras habitualmente son destruidas por personal de Bomberos en alguna prensa”, explicó Gutiérrez.

Todo en un lugar

Las marcadas falencias estructurales que se registran en Tribunales hacen imposible imaginar, al menos en el corto plazo que, más allá de encargarse del control del destino de las armas decomisadas, la Oficina de Control tenga un lugar acorde para el desarrollo de sus tareas.

Son trasladadas en bolsas hacia la Anmac.

“Lo ideal sería que todos los elementos secuestrados estén en un solo lugar desde el secuestro y que puedan ser revisados o exhibidos a lo largo de las IPP o de la realización del propio debate”, dijo un operador judicial a este medio entre la ilusión y la resignación.

Sin llegar a pensar en un espacio de esas características, el encargado de la Oficina admitió que la destrucción de las armas podría hacerse más rápido y de esa manera liberar espacios en Tribunales si se contara con una prensa para inutilizar las armas. “Hemos buscado un sistema para hacerlo, pero todavía debemos hacerlo a través de la Anmac y sus tiempos”, aclaró.