Tras el “acoso” a ballenas, insisten en que no haya acercamientos a más de 300 metros

El Cuerpo de Guardafaunas Voluntarios de Mar del Plata resaltó la necesidad de cumplir el protocolo de avistaje para no afectar el recorrido migratorio de los cetáceos, una de las atracciones durante las vacaciones de invierno.

Expertos piden tener en cuenta los riesgos para el animal y las mismas embarcaciones. Foto: archivo 0223.

23 de Julio de 2022 18:59

Por Redacción 0223

PARA 0223

Luego que una embarcación persiguiera a una Ballena Franca Austral en su recorrido migratorio norte - sur que la obligara a pasar por la costa marplatense para que los tripulantes fotografiaran al animal, desde el Cuerpo de Guardafaunas Voluntarios de la ciudad resaltaron la necesidad de cumplir con las recomendaciones que permiten el normar desarrollo del recorrido migratorio de los cetáceos que se convierten en una atracción de la ciudad durante las vacaciones de invierno.

“Mar del Plata es un pasaje migratorio norte sur, es decir que lo que vemos es algo habitual en esta época del año”, explicó en diálogo con 0223 Eduardo Bracco, responsable del Cuerpo de Guardafaunas Voluntarios de Mar del Plata, al tiempo que remarcó que es “fundamental evitar interferir en la línea migratoria” para no generar un impacto sobre la especie.

Eduardo Bracco, responsable del Cuerpo de Guardafaunas Voluntarios.

En este sentido, Braco indicó que los guardafaunas junto a Prefectura e integrantes del sector náutico local elaboraron un protocolo de avistaje de ballenas para evitar molestar a los animales que pasan por la costa y prevenir cualquier tipo de accidente. "Si el avistaje se hace sobre la costa, el peligro es nulo. Si se hace en el agua, hay que respetar una distancia de 300 metros", aclaró.

Tras mostrarse preocupado por la situación que quedó en evidencia a partir de la viralización de las maniobras de la embarcación persiguiendo a una ballena para que la gente pudiera fotografiarla, Bracco hizo hincapié en la necesidad de difundir de manera masiva las recomendaciones a la hora de avistar a este tipo de cetáceos.

“Estamos hablando de animales que miden 20 metros -como mínimo-, pesan 30 toneladas y tienen el hábito de saltar sobre la superficie. Si hay una embarcación muy cerca de la ballena y el animal salta puede lastimarse, destrozar el barco y herir a los tripulantes”, apuntó. A su vez, dijo que tampoco es recomendable intentar tocar a las especies salvajes ya que "el humano puede transmitir enfermedades muy dañinas para el sistema inmune del animal".

Por último, Bracco consideró que si el objetivo es crear un atractivo turístico y generar divisas con el avistaje de ballenas durante el invierno, es “fundamental que se respeten los protocolos para cuidar el recurso”.

Este jueves por la tarde, integrantes de la Mesa Interinstitucional para la Conservación de Ballenas Francas denunciaron que dos embarcaciones privadas "acosaron" a un grupo de ballenas francas que fue avistado entre Playa Chica y Cabo Corrientes con maniobras que incluyeron la persecución del ejemplar desde atrás, acercamientos a menos de 5 metros y, en el caso del velero, acercarse a distancias de colisión.

En 2013, la Ordenanza municipal 21.439 declaró de Interés Municipal del Partido de General Pueyrredon la preservación de las ballenas francas en sus aguas, y recomendó "la prohibición de acercamiento a una distancia menor a doscientos metros del ejemplar y/o persecución, navegación, natación y buceo con ballenas".

Después, en 2018, el Concejo creó una Mesa Interinstitucional para la Conservación de Ballenas Francas formada por organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, con el objeto de "generar instrumentos legislativos, educativos, normas de navegación responsable y directrices de gestión turística que garanticen la conservación de la Ballena Franca Austral en el litoral marplatense".