Cayó una red de tráfico de animales silvestres: detuvieron a 15 personas y rescataron más de mil ejemplares

Aves, serpientes, tortugas e iguanas se encontraban cautivas en estado de abandono y en jaulas muy pequeñas.

Algunas de las especies evidenciaban maltrato animal.

11 de Abril de 2023 09:31

Por Redacción 0223

PARA 0223

Los investigadores del Departamento Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina (PFA) desbarataron una red de tráfico de fauna silvestre y detuvieron a quince personas. El rescate llevado a cabo alcanzó a más de 1.000 ejemplares de distintas especies como aves, tortugas, víboras e iguanas.

Los agentes de la PFA realizaron allanamientos en distintas zonas de Santiago del Estero, Tucumán, Entre Ríos, Gran Buenos Aires y Capital Federal. Estos lugares se destinaban a la recepción de estas especies producto de su caza furtiva, el cautiverio, procreación y posterior distribución para su venta ilegal en otras provincias del interior del país e incluso el exterior.

La investigación comenzó en 2021 a partir de una denuncia de venta irregular de animales exóticos y consistió en diferentes tareas de campo, escuchas telefónicas y seguimientos. De esta manera, se estableció la existencia de una organización criminal dedicada al tráfico de especies protegidas.

Esta red criminal tenía una cadena de comercialización interjurisdiccional, en la que los animales tras ser capturados en forma masiva en las zonas de montes y bosques de Tucumán, Santiago del Estero y Entre Ríos, eran transportados y puestos en cautiverio en distintas casas particulares y comercios.

Luego, con una variada logística entre autos, micros de larga distancia y camiones, eran escondidos entre equipajes y cargas para no ser detectados en los controles. Así llegaron a proveer a otros intermediarios, que abastecían a quienes comercializaban por redes sociales y otros métodos.

A lo largo de todo este proceso, se sumaron serios hechos de maltrato y crueldad animal que en muchos casos terminaron con la muerte de innumerables especies, llegando a sobrevivir sólo un 30% de los animales transportados. Esto se debía a la falta de agua, comida y los lugares donde eran ubicados para ser transportadas.

Al momento del rescate, los agentes detectaron que algunas especies se encontraban desplumadas, sin agua, con garrapatas y en diminutas jaulas, además de otras que ya estaban muertas. También secuestraron armas de fuego largas y cortas, pieles de felinos y pusieron a disposición de la Justicia a cada uno de los responsables identificados.

Algunas especies fueron trasladadas a distintos centros como Temaikén y ONG Pájaros caídos. Los llevaron para que se recuperen y luego sean puestas en su hábitat natural.
 

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