Entrega de juguetes y un recital multitudinario: el día que Xuxa revolucionó Mar del Plata

A principios de 1990 Xuxa era la figura indiscutida entre niños y adolescentes. Su fama había trascendido Brasil y, junto a su representante y mano derecha Marlene Matos, habían diseñado una campaña de expansión hacia Latinoamérica. En este marco, la artista infanto juvenil se trasladó a la Argentina para grabar, en los estudios de Telefe “El Show de Xuxa”, el ciclo en el que combinaba juegos, música y entrevistas.

El programa fue un éxito inmediato y se grabó en el país hasta el año 1993, alcanzando niveles de audiencia nunca vistos para un programa de esas características. El fenómeno podía explicarse en la falta de producciones dirigidas a ese público y la novedad que presentaba el programa que contaba con un nivel de escenografía y vestuario pocas veces visto, además del carisma de la presentadora.

Pese a que el ciclo dejó de transmitirse en el país en 1993, la popularidad de la conductora no perdió vigencia en Argentina, donde era idolatrada por miles de adolescentes. En marzo de 1997, Telefe anunció que Xuxa volvería a la pantalla. No con un programa propio, sino como invitada principal de “La movida del Verano”, conducido por Juan Alberto Mateyco y que todos los años se transmitía desde el Paseo Las Toscas de Mar del Plata.

El sábado 8 de marzo poco antes de las 20, llegó al por entonces aeropuerto Brigadier de la Colina un mini Jet blanco precedente de Río de Janeiro. En medio del delirio de los cientos de fanáticos que esperaban en el lugar, Xuxa descendió y se acercó a las vallas que se habían instalado en el lugar para contener a los fanáticos, para saludar, firmar autógrafos y recibir los regalos de quienes desde temprano se habían apostado en el lugar.

"Estaré pocas horas, pero voy a aprovecharlas al máximo", adelantaba la conductora en una conferencia de prensa que dio al pisar suelo marplatense. El el aeropuerto, Xuxa aseguraba estar sorprendida por el recibimiento del público marplatense al que poco le importaba la fresca noche que se vivía en la ciudad. 

Durante las poco más de 30 horas que la cantante y conductora estuvo en la ciudad, todo lugar por el que pasó se vio revolucionado. El centro era una verdadera locura. Miles de personas habían decidido acampar en busca de un lugar privilegiado para el show que la artista daría durante la noche en el marco de su gira de presentación del disco “Xuxa Dance” y otros miles habían montado guardia frente al hotel en el que se hospedaba.

“No soy cantante, tengo una voz chiquita y busco llevar alegría”, decía la intérprete de Ilarie mientras aseguraba que con 13 años de carrera aún le quedaba “mucho por aprender”. 

Durante el mediodía del domingo 9 de marzo, horas antes del esperado show al que asistieron 70 mil personas, Xuxa cumplió con la tradición de posar sus manos en la vereda de las estrellas y, por la noche, el Paseo Las Toscas fue una verdadera fiesta.

Tras las palabras de presentación del conductor de “la Movida del Verano”, la brasileña apareció en el escenario con un tapado largo negro, camisa plisada, pantalón negro y botas. El público no dejaba de aplaudir y seguir como podía en el lugar las coreografías que realizaba la cantante y sus bailarines sin importarles que la artista cante sobre una pista grabada, algo que quedaba evidenciado sobre el final de cada tema.

La noche empezó con “Luna de cristal”, siguió con una versión acapella de “Dale alegría a mi corazón” que empalmó con “Ilarie”, “Yo te doy mi corazón” y un popurrí de hits. Después de un paso de comedia junto al por entonces integrante de Midachi, Miguel del Sel -que formaba parte del staff de “La movida del verano”- el show entró en su etapa final con “Todo el mundo está feliz” y “Esto de quererte”.Durante media hora, la artista desplegó todo su carisma en el escenario marplatense y confirmó por qué la llamaban “la reina de los bajitos”

Al día siguiente, la artista visitó la Asociación Pro Ayuda a la niñez desamparada (Apand) y repartió juguetes y charló con los niños que se encontraban en el lugar. La visita fue seguida de cerca, al igual que todos sus movimientos por los medios de comunicación locales y los cientos de fanáticos que se acercaban a cada lugar que se rumoreaba que Xuxa visitaría.

Una anfitriona particular

María Jorge nunca perteneció a ningún club de fans, pero se ganó un lugar de respeto entre los fanáticos y el entorno de la intérprete de “Croqui croqui”. Desde chica, María la vida de María estuvo relacionada al mundo artístico. “Hacía Teatro. Estudié con Iris Laínez y con la familia Carreras”, cuenta en diálogo con 0223 la actual directora del Centro Cultural La Papallona.

“En 1993, mi mamá me acompañó a Buenos Aires donde participé del último programa que grabó Xuxa en Telefe, le hice un regalo y le canté la canción 'Sueño de ángel', que había compuesto. Fue un momento muy lindo y muy especial, desde entonces me empezaron a reconocer como la argentina que había cantado en el programa”, cuenta  la mujer que, desde ese momento empezó a ser tenida en cuenta por el entorno de la artista.

Según recuerda María, en épocas en las que las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea no existían, ella se enteraba de lo relacionado a su ídola mediante publicaciones en revistas, diarios e intercambio de cartas con algunas “Paquitas” con las que había iniciado una relación de amistad. Así, la por entonces adolescente supo que Xuxa visitaría Mar del Plata el 9 de marzo de 1997.

“Fui a recibirla al aeropuerto y la acompañé en el camino desde el aeropuerto hasta el Hotel Hermitage donde se hospedó. Durante todo el viaje fuimos charlando, ella es una persona muy cálida”, recuerda María que también presenció el momento en el que la cantante posó sus manos en la vereda de las estrellas y el multitudinario recital detrás de escena. “Al día siguiente fue a Apand y repartió juguetes. Mar del Palta era una locura”, recuerda.

Luego de esa visita, María siguió en contacto con el entorno de Xuxa. En el año 2000 viajó a Río de Janeiro y se reencontró con su ídola de la infancia, invitada por la producción de O'Globo como representante de la juventud argentina. “Era un programa muy visto”, dice 

“Este año, hablé con su hermano y me comentó que ella quería festejar sus 60 años con las personas más cercanas, entonces empecé a acomodar todo para poder ir. Fueron tres días en un crucero. Fue como una fiesta de reencuentro de 30 años”, cuenta la mujer que fue la única argentina que participó de la celebración de los 60 años de la cantante. A modo de regalo, María volvió a grabar “Sueño de ángel”, pero esta vez con producción “100% marplatense" y música de Luis Reales.