Horror en Rosario: murió la bebé que fue apuñalada por su madre

La recién nacida fue atacada a pocos minutos de haber sido dada a luz, en el baño de una casa. Permanecía internada en grave estado y falleció durante la madrugada. Las increíbles coincidencias con otro estremecedor caso que sacudió a la opinión publica hace 20 años. 

La bebé permanecía internada en grave estado. Foto cortesía La Capital de Rosario.

12 de Julio de 2023 13:18

Por Redacción 0223

PARA 0223

Una bebé recién nacida murió esta miércoles, luego de luchar por su vida varias horas tras haber sido apuñalada nueve veces por su madre, una adolescente de 17 años que la dio a luz en el baño de una casa del sur de Rosario. La niña había sido trasladada en grave estado a la maternidad Martin de esa ciudad santafecina, donde ingresó el martes al mediodía junto con su progenitora.

La joven también permanecía internada en el centro sanitario, aunque fuera de peligro y con asistencia psicológica, a disposición ahora de de la Justicia de Menores, que investiga las circunstancias del hecho. "Lamentablemente, fallece a las 5 de la mañana de hoy (por este miércoles)", confirmó esta mañana Lorna Andriussi, directora del centro de salud, en una entrevista radial.

Andriussi informó que la recién nacida y su madre habían arribado a la Maternidad el martes al mediodía con la policía tras el parto domiciliario. Además, la médica dijo que, en las últimas horas de vida de la bebé, "estaba hemodinámicamente estable", pero su cuerpo no resistió las múltiples lesiones.

La pequeña tenía graves heridas en su tórax y cuello que, según trascendió, fueron causadas con una tijera. La beba pasó la noche "sedada y conectada a ventilación mecánica".

La chica de 17 años llegó a la Maternidad este martes cerca del mediodía junto a la Policía y a su madre. Cuando los médicos comenzaron a atender a la beba de 2 kilos de peso, encontraron heridas cortopunzantes en su cuerpo e iniciaron un protocolo de atención para la recién nacida y también avisaron a las autoridades sanitarias.

El caso Romina Tejerina 

La conmoción por la muerte de la bebé recién nacida que fue apuñalada por su madre adolescente guarda muchas similitudes con otro caso que horrorizó a la opinión pública hace 20 años: el caso Romina Tejerina.

Romina Tejerina es una joven jujeña que ocultó su embarazo por vergüenza y a los siete meses de gestación dio a luz a una nena, también en el baño de su casa. La mató de 21 cuchilladas. En febrero de 2003 la detuvieron. A un mes de estar en la cárcel, denunció haber sido abusada sexualmente por un vecino, 21 años mayor, y que cuando parió “vio en la cara de su hija el rostro del violador”.

Romina Tejerina, la joven jujeña que mató a su bebé hace 20 años.

Su historia reavivó los cuestionamientos sobre la penalización del aborto y la figura de infanticidio, derogada en 1995 y que preveía una pena máxima de tres años de prisión para la madre que matara a su bebé durante el puerperio. A sus 21 años, el 10 de junio de 2005, los jueces de la Sala II de la Cámara Penal de Jujuy, la condenaron a 14 años de cárcel por “homicidio agravado por el vínculo”. Los magistrados aclararon que mediaron “circunstancias extraordinarias de atenuación”.

Romina esquivó así el pedido de la fiscal Liliana Fernández de Montiel que, en su alegato, había solicitado prisión perpetua. Su defensa en cambio pidió la inimputabilidad: intentaron demostrar que Tejerina actuó bajo “emoción violenta”. La sentencia fue luego ratificada por la Corte Suprema de Justicia. En tanto Eduardo Vargas, el hombre acusado por la joven de haberla violado, declaró durante el juicio que con la joven mantuvo “una historia sentimental”, que se extendió por un año, y que la relación sexual “fue consentida”.

Según Tejerina, la noche del 1° de agosto iba a buscar a su hermana Mirta a un baile cuando la interceptó Vargas y la violó. En ese entonces tenía 17 años y cursaba 5° año del secundario. Sin embargo, Vargas fue sobreseído por falta de pruebas. Aquel día de junio, minutos después de que Romina fuese condenada, el hombre señaló que “habría estado dispuesto a conocer a la beba en el caso de que fuese suya”.

Es que a pesar del pedido de la defensa de Romina, nunca se le practicó la autopsia al cadáver de la beba y tampoco se hicieron los análisis de ADN. Uno de los argumentos en ese momento para rebatir la violación, la dio la fiscal: que la niña “tenía entre 34 y 35 años semanas de gestación”, por lo que la fecha de concepción debería haber sido entre el 4 y el 11 de julio de 2002, y no el 1° de agosto como aseguró Romina. Dijo que se sentía “víctima del violador” y que “jamás planeó el crimen de su hija”.