Fábregas y Sanjiao: “Hay un caldo de cultivo en la crisis para la comedia”

Los comediantes de stand up, Pablo Fábregas y Fernando Sanjiao, comenzaron la temporada de verano con “Más comedia”. En una distendida charla con 0223 dieron detalles del show, su trabajo de más de dos décadas y reflexionaron sobre cómo hacer humor "en un país que es un bardo". 

El dúo Fábregas Sanjiao suben a escena con "Más comedia" todos los lunes a las 23:30 en el Teatro Roxy.

Trabajan juntos hace casi 20 años y la temporada de verano 2024 los volvió a juntar para recuperar la química que une a sus estilos muy distintos y que consigue las mismas carcajadas del público. Los comediantes de stand up, Pablo Fábregas y Fernando Sanjiao, ya comenzaron la temporada de verano en La Feliz con “Más comedia”, la obra con la que suben al escenario todos los lunes a las 23.30 en el Teatro Roxy. “Nos llevamos muy bien con Mar del Plata”, le dicen a 0223.

El show no sólo cuenta con sus monólogos, sino que también los comediantes están juntos uniendo sus talentos. “Nos llevamos bien en el escenario y afuera”. Sobre el espectáculo, Fábregas contó: “Cuando uno ingresa a la sala se encuentra con un QR que tiene una serie de preguntas que son, algunas generales, y otras de Mar del Plata. Con las respuestas, la producción hace una selección y las proyectamos en una pantalla y nosotros tratamos de hacer humor con eso”.

Después de haber trabajado tanto tiempo juntos, en shows como "Cachivache", "Canchero", "Pucha" y "Mucho", los comediantes reconocen que tienen muy buena química. “Tal vez con alguien que no conocés tanto, necesitás más preparación y más ensayo. Con Fer es todo más fluido, está buenísimo”; reconoce Fábregas. A lo que Sanjiao agregó que cuando trabajan juntos “compartimos un viaje, salimos, venimos a una entrevista, paseamos, charlamos de cosas que después probablemente usamos en el show. Estamos siempre pensando en el espectáculo, en qué cambiar y qué no. Y, después, arriba del escenario somos diferentes y aprovechamos las diferencias y las hacemos más notorias en el show. Nos divierte a nosotros y el público también se divierte”.

En el mismo sentido, contaron cómo fue reencontrarse y volver trabajar juntos: “La verdad es que veníamos los dos de terminar un unipersonal, cada uno el nuestro. Para los que hacemos teatro, la post pandemia fue mucha alegría, mucha gente volvió a los teatros pero arrancamos con el 20% de público. Llegó un momento donde dijimos ́ tenemos que hacer borrón y cuenta nueva ́. Estábamos largando algo nuevo, y nuestros productores nos preguntaron, a cada uno respectivamente, por qué no nos juntábamos de nuevo”, empezó contando Fábregas. Y además dijo que enseguida se pusieron a trabajar, en principio, a la distancia. “Fernando se iba a Córdoba y fue como laburar sin vernos. Nos juntamos acá, empapamos cosas, corregimos. Estuvo bueno porque fue una gimnasia que creo que entre dos comediantes que no se conocen hubiese sido un bardo”.

Los tiempos cambian, los chistes también

De algunos chistes no nos reímos todos, es que los tiempos cambian, el contexto también, y las maneras de hacer humor, inevitablemente se transforman. Fer nos contó:  “Muchas de las cosas que cambiaron en la sociedad también en el humor se aplican, porque el humor está conectado a un contexto”.

El humor es cosa seria y es una responsabilidad: “El comediante tiene el poder de ´reírse de´, y eso te pone en un lugar donde ya no te podés hacer el boludo y decir ‘fue un chiste nada más’. Y no, algo estás diciendo con eso, hay algo de hacerse cargo”, analizó Sanjiao y agregó: “Está la gente que se ofende y aprendés que eso puede ofender a alguien.

¿Tuvieron que cambiar algún guion por los tipos de chistes? “Monólogos enteros no hemos tenido que cambiar. Algunos chistes concretos sí porque aprendimos con el tiempo que eran demasiado incorrectos para lo que vivimos hoy. Creo que ahora también hay una revalorización a volver a ser más incorrectos, pero sí me parece que hay una conciencia de ser más empático con el otro y de ver de quién te estás riendo y por qué”, expresó el co conductor del programa radial de Vuelta y media. Y además, sumó “hay tantos estilos en el humor y tantos chicas y chicos nuevos, tan diversos unos con otros, que creo que se abren un montón de puertas. Hay comediantes que pueden hacer chistes que yo no puedo hacer, y hay chistes que yo sí puedo hacer y otros no”.

Siguiendo con el humor, nos adentramos con el stand up. Este género surgió a mediados del siglo XX en Estados Unidos, en los nightclubs de la época. Allí se dio inicio a este comediante que, solo en el escenario, con su monólogo humorístico hacía reír al público. En Argentina, el Stand Up llegó con el nuevo milenio, aunque ya existía el género Café Concert, con artistas como Antonio Gasalla y Carlos Perciavalle, y comediantes como Enrique Pinti y Tato Bores. “Había ese prejuicio de ́uh esto es extranjero, lo llaman stand up, en vez de monólogo´, dijo Sanjiao, a lo que Fábregas agregó: “Pero creció rápido. En un momento parecía que iba a ser una moda e iba a morir.  Pero después creció cada día más. Hoy en día creo que sigue. Agarrás la venta de tickets totales de chicas y chicos que hacemos esto y me parece que le hacemos fuerza al teatro tradicional”.

Continuando con un poco de historia, Pablo, recordó que “cuando arrancó, lo que tenía es que era mucho más desprolijo todo. Nosotros aprendimos a hacer chistes con ruido de cafetera y licuadora al lado. Eso era tremendo, los lugares no estaban preparados. Íbamos a bares, donde, posta, nunca dejó de funcionar la licuadora. Te subías al escenario y te acompañaba el ruido constantemente”, en ese momento, el comediante imita el sonido muy fuerte del electrodoméstico y atesorando el recuerdo, continúa con el relato: “Los mozos a los gritos. Eso sí era un desastre. Fue parte de lo que nos tocó y estuvo buenísimo. Pero rápidamente explotó como género. Eso fue raro. Es un género tan efectivo y tan barato que se abrió camino rápido. Creo que en Argentina también hay una tradición de comedia que no la inventamos nosotros”.

Y en ese momento, Fernando sumó su punto de vista: “Este género aborda mucho la personalidad del comediante, tiene una cosa personal, que no tenía tanto el cuentachistes. El mismo chiste contado por humoristas diferentes, cambiaba. Pero acá también el género te obliga a escribir algo tuyo, propio, con tu mirada o tu experiencia, entonces creo que esos universos de comediantes llevó también a que el humor esté muy atado al contexto, que el contexto cambió un montonazo”.

El impulso de los referentes del stand up

Así como lo dijo Fernando, lo personal aparece en el stand up, entonces, ¿qué los mueve a escribir? “La plata”, Pablo aprovechó la oportunidad para meter un chiste. Le salió solo, lo expulsó y nos hizo reír. Y al instante, se puso “serio”: "Estamos en una buena etapa, que hasta fin de año estamos bien, está sano el show, pero siempre hay algo que te mueve y te empuja naturalmente a decir ‘che, tengo ganas de escribir algo y de probar otras cosas’. Nos pasa a nosotros pero no digo que necesariamente te tiene que pasar. Nosotros como que tenemos ciclos, o te empezás a aburrir o lo empezás a sentir. Creo que hacer algo nuevo es personal, llega un momento que decís ‘ya basta de esto, ya está´.

En cuanto a los espectáculos, el comediante dijo que “a veces el material tiene algo que es medio traicionero, que lo despedís en su mejor momento porque el humor crece y creo que le pasa a  todo el universo que hace comedia, arrancás con un material más prolijo, más sesudo, después se va formando y cuando está en su mejor momento es porque tiene mucha carrera pero vos ya te aburriste. Entonces hay algo ahí medio doloroso de despedirlo”.

Son referentes del género, por eso no podíamos dejar de preguntarles qué le dirían a alguien que quiere empezar a hacer stand up. “En lo que hacemos nosotros, lo más gracioso que hay es la honestidad. Le diría ‘sé honesto, contá lo que te pasa y contalo cómo te pasa y no te hagas el gracioso. Es raro pero lo gracioso es no hacerse el gracioso y ser honesto”, enfatizó Fábregas y mencionó que la práctica es fundamental: “Subite que nada va a ser mejor que hacer horas de escenario. Que te vaya bien, que te vaya mal, en algún momento ese cardiograma que es éxito y fracaso, a la distancia te das cuenta que fue para arriba. Está lleno de buenas y malas funciones pero de a poquito si lo construís con conciencia termina siendo una carrera ascendente y si no asciende, es como cuando no va gente a verte, es tiempo de que hagas otra cosa”.

Son referentes, ¿sienten el peso?Yo no siento ningún peso” dijo Pablo y afirmó: “Ojalá si a alguien le gusta lo que yo hago y le sirve para dedicarse a esto, genial”. Por su parte, Fer aportó que “no sirve pensar que es un peso. Si uno lo piensa como un peso, cagaste, porque te empezás a presionar y decir ´uy mi material tiene que ser interesante, ser diferente’, y así te empezas a condicionar”. Y en el mismo sentido, Fer también dio su consejo: “Hay que correrse del ego porque si no deja de ser honesto ya que si no hay muchas cosas que se empiezan a trabarse porque empezás a pensar en cómo estás quedando con lo que estás diciendo”.

La experiencia les dio enseñanzas y así nos lo cuentan: Siempre hay un momento del comediante en que querés ser más inteligente y después te das cuenta que lo mejor que te queda es lo que querés contar vos y no lo puede contar otro. Hay algo ahí de tu honestidad  porque le permitís a otro reírse de algo propio. Eso es lo que tiene el humor, cuando vos ves que alguien se saca la careta y lo cuenta arriba del escenario, vos también te reís de eso. Te reís de que se te rompa un poco esa careta que todos tenemos para sobrevivir en la sociedad. Así funciona el humor. Si vos te sacás ese filtro de quedar bien o quedar interesante”. Y remató: “Todos esos pesos, es lo que nos sacamos nosotros para que la gente se saque el peso cuando se ríe. O se saca el peso de golpe y se ríe, es medio involuntario”.

¿Comedia como terapia?

Cortito y al pie: ¿ir a ver stand up es una manera de zafar terapia? “Para mí la comedia no cura nada. Te regalamos una hora y media, si se quiere de expresión. Para mi es un elogio muy lindo (yo hago comedia en radio) cuando me dicen ́che, estaba pasando un pésimo momento y escucharlos me hizo bien ́, es un elogiazo tremendo. Ahora tenés un quilombo, resolverlo, no vamos a hacer nada por vos”, dijo Pablo, también cortito y al pie.

En tiempos de crisis e incertidumbre, la gente busca divertirse, “hay un caldo de cultivo en la crisis para la comedia”, nos dijo Fábregas y nos dejó un gran título. Mientras que Fernando fue al detalle: “Hay como una mini tensión que ayuda en la comedia. A veces cuando pasa algo feo en la semana, algunas medidas, o alguna tensión social, vos salís al escenario y decís ‘¿cómo están? ¿cómo andan?’, y vos mismo respondes ‘bien’ o hacés un silencio cómplice y ya la gente se ríe. Tiene que ver con esto de romper la tensión, de sacarse los pesos”.

Fábregas, analizó que “cuando está todo mal, hay corrimiento a las ventas de tickets para la comedia. Cuando la crisis es crisis nos va mal a todos, por supuesto. Pero creo que sí ayuda la comedia, necesitás reírte, necesitás olvidarte. Muchas veces nos vamos y el agradecimiento es a ‘me olvidé de todo´. Vos te querés olvidar de todo cuando venís de pasarla mal, por eso en Suecia no hay comediantes, porque está todo bien, NO HAY NI UN COMEDIANTE SUIZO”, enfatizó y siguió: ”Cuando te presentan un comediante hace morisquetas. Pero claro, ¿de qué te vas a reír? Un 1% de inflación, nada”, Pablo metió chiste de nuevo y de nuevo nos reímos todos. “Acá, en los países que somos bardo, aparece la comedia, aparece fuerte y si te vas para atrás te das cuenta que comedia y sufrimiento tienen el origen muy unido. Guiso de porquería, comedia, maltrato, sufrimiento, pobreza, judío, tano, gallego, ahí arrancó una comedia, un caldo de cultivo que viene del padecimiento y no de la alegría y de Los Alpes.

Sin público no hay obra y ellos los/nos quieren mucho. “Yo en Mar del Plata me siento genial”, nos dice Pablo. “En estos pedazos de ciudades, cambia la localía por supuesto, pero yo creo que el público cambia cuando el entorno cambia un montón. Puede llegar a haber algún lugar que el público sea más conservador, otro un poco más liberal. No sé, si hay un público más duro pero sí lugares dónde no hay tanta gimnasia de consumo cultural como el nuestro y otros consumos sí. Por ahí están más acostumbrados a ver obras tradicionales y caemos nosotros con comedia y por ahí choca un poquito más”, agregó el comediante.

Sanjiao nos contó sobre el público de "Más comedia" en el estreno de Mar del Plata: “En la primera función que hicimos había mucho marplatense y también había público de temporada y capaz eso nos sirvió para joder un poco al principio de cómo eran las diferencias del turista, el local. Yo creo que a nosotros no nos cambia tanto, pero lo poco que cambia nos sirve para sumar algo al show”.

“Hay particularidades en cada ciudad”, mencionó Fábregas y dijo que para él “todo lo urbano se unifica, puede ser Mendoza, puede ser Mar del Plata, puede ser Bahía Blanca. En un momento, más o menos, todas las grandes ciudades tenemos los mismos problemas, tenemos el quilombo a la mañana para ir a laburar, estás recontra quemado de ruidos. Hay algo que nos unifica en el quilombo.

Todos amamos Mar del Plata, los chicos también: “Nos llevamos muy bien con Mar del Plata. Nosotros desde que empezamos con la comedia, venimos al menos dos veces por año acá, es de las ciudades que más venimos”, termina diciendo Fer. Y a nosotras, si estos comediantes ya nos caían bien, ahora nos caen mejor.