Ana Beker y la proeza de viajar a caballo de Argentina a Canadá

Se realizó en Lobería un homenaje a la lugareña Ana Beker, conocida como la Amazona de las Américas, protagonista hace siete décadas de una auténtica hazaña.

Jinetes en Lobería en el homenaje a Ana Beker, la “Amazona de las Américas”.

7 de Octubre de 2024 15:41

Por Redacción 0223

PARA 0223

Durante este último fin de semana se llevaron a cabo en Lobería diversas actividades para homenajear a la loberense Ana Beker, conocida como “Amazona de las Américas”, por su proeza de viaje hace 70 años.

Con propuestas surgidas desde la escuela primaria 31 del paraje La Floresta y apoyo del gobierno municipal, el sábado 5 de octubre se inició la cabalgata desde la citada escuela hasta otra escuela, la 4 del paraje “El Moro”. Allí se desarrolló el festival “Ana Beker”, con artistas locales y zonales y agrupaciones folklóricas.

El domingo, la cabalgata continuó hasta llegar a Lobería, donde se descubrió un cartel conmemorativo en homenaje a Beker y su proeza de viajar a caballo desde Argentina a Canadá, hace 70 años.

Además en el parque municipal “Narciso del Valle” hubo espectáculos, artesanos, juegos inflables y gastronomía.

El cartel conmemorativo en homenaje a Beker.

La proeza de Ana Beker

Hija de padres campesinos emigrados de Letonia; años después de nacer en Lobería, Ana y su familia se trasladaron a la localidad de Algarrobo, partido de Villarino, donde poseían una pequeña hacienda. Ya de niña Beker se escapaba por las noches para dormir en los establos y asegurarse de que no le faltara nada a los caballos. 

Enamorada de los equinos comenzó a recorrer distancias, en 1940, a sus 24 años de edad, realizó su primera “travesura” de 1.400 kilómetros, desde La Pampa hasta Luján, algo que concretó en diecinueve días. Luego, en dos caballos criollos (llamados “Zorzal” y “Ranchero”), recorrió durante diez meses la geografía de la Argentina, en ese entonces con un mapa de “catorce provincias”, con finalización en 1942.

Después de eso, ocho años le llevaron los preparativos para poder emprender su viaje a través de América. Toda un década de vencer obstáculos, incomprensiones y oposiciones hasta que en octubre de 1950 Beker inició su máxima proeza: partió desde Buenos Aires a caballo hacia Otawwa, Canadá, a donde llegó el 6 de julio de 1954, tres años, nueve meses y cinco días después.