La emotiva despedida de la hija de Lía Crucet a su mamá durante el velorio en Mar del Plata

La música tropical está de luto. Este jueves, una triste noticia conmocionó al ambiente: Lía Crucet, la icónica "Reina de la Bailanta", falleció a los 72 años tras una larga batalla contra una enfermedad. Su partida deja un vacío en el corazón de muchos fanáticos que la acompañaron durante más de tres décadas.

La noticia fue confirmada el jueves por su hija, Karina Crucet, quien compartió el dolor de perder a su madre y a su principal referente artístico. Poco después, frente a las muestras de cariño y a la repercusión que tuvo la noticia, compartió un mensaje para quienes quisieran acompañarla. "Para quienes quieran despedir a mi mamá, el velatorio será mañana (viernes) a las 9 en Avenida Luro y Olazabal, Mar del Plata", escribió Karina, visiblemente afectada pero agradecida por las muestras de cariño que recibió.

En una emotiva entrevista desde el lugar del velatorio con Desayuno Americano, Karina reveló detalles desconocidos sobre los últimos años de vida de su madre. Lía, quien padeció esquizofrenia y posteriormente una demencia frontotemporal, vivió sus últimos días en un geriátrico, lejos del brillo de los escenarios que la consagraron.

"Hace muchos años que no se podía hablar algo coherente con mamá", confesó Karina, con la voz entrecortada. A pesar del dolor, la hija de la cantante destacó la fortaleza de su madre y su amor por la vida. "Ella era de la gente", aseguró, recordando los innumerables encuentros con sus fans que la llenaban de alegría.

La muerte de Lía Crucet reavivó la polémica en torno a las enfermedades mentales. Karina reveló que su madre no siempre recibió el apoyo que necesitaba y que, en ocasiones, fue juzgada por su condición. "La decisión de trasladarla a un geriátrico fue muy difícil, pero era lo mejor para ella", afirmó.

El velorio se convirtió en un verdadero homenaje. Fans de todas las edades se acercaron para despedirse de la artista que los acompañó durante tantos años. Canciones como "La güera Salomé" resonaron en el ambiente, mientras los presentes recordaban los momentos felices que vivieron gracias a su música.

"Ella nunca se olvidará", aseguró Tony Salatino, esposo de Lía Crucet, quien la acompañó en sus últimos años: "Era una mujer única, llena de vida y pasión".