Alvarado se hizo fuerte ante su gente y sumó el primer triunfo

El "torito" festejó ante una mutitud en el Minella y consiguió los primeros tres puntos en la Zona A.

Belinetz empezó a definir el partido. El tanto de Brown le puso suspenso y a Alvarado le faltó justeza para liquidarlo. (Foto: Diego Berrutti)

11 de Febrero de 2024 21:51

Por Redacción 0223

PARA 0223

Aunque terminó sufriendo por no liquidarlo, yporque la historia de Alvarado así lo requiere, fue una buena presentación del conjunto de Mauricio Giganti como local ante una multitud en el "José María Minella". El "torito" golpeó en los momentos justos en el cierre del primer tiempo y en el arranque del segundo para vencer a Guillermo Brown de Puerto Madryn por 2 a 1 y sumar su primer triunfo en la Zona A de la Primera Nacional. Tomás Rambert y Oscar Belinetz marcaron los goles.

Alvarado tenía que ganar. Porque lo merecía y porque era un premio a esa gente que se fue antes de la playa en una tarde de tanto calor para darle un marco como hacía tiempo no se veía en la popular norte del "José María Minella". Y lo ganó. Fue más, se fue acomodando en el partido, mostró las credenciales de lo que intenta Giganti, desaprovechó ocasiones primero, se encontró con dos goles seguidos después, lo descolocó un descuento que no se veía venir y le faltó el último toque para definirlo y hacer una fiesta aún más grande. 

La visita quiso sorprender de entrada ante un equipo marplatense que jugaba con el nerviosismo lógico de la primera vez ante su gente. Machado probó de afuera con un remate alto y los sureños intentaron tomar protagonismo. Pero después de los 10', se acomodó el "torito", Leyes y Jaurena se adueñaron del medio y Vadalá comenzó a desequilibrar. El "10" estaba imparable, sacó un pase que él solo vio para Monzón y el pase-centro bajo no pudo ser aprovechado por Belinetez. Enseguida, el que desniveló por izquierda fue Rambert y buscó al "9" en el primer palo que cabeceó arriba.

Se lo llevó por delante Alvarado a Guillermo Brown y el primero estaba al caer. Un derechazo de Vadalá reventó el caño derecho y Bettini, desde afuera, hizo lucir a Giovini que sacó al córner. El arquero se dio cuenta del momento y se tiró, se hizo atender y enfrió el momento. Le dio el aire que necesitaba a su equipo que volvió a acercarse con un buen remate desde afuera que le quemó las manos a Lungarzo que respondió con solvencia. Pero antes del descanso, los de Giganti tendrían su premio. Vadalá la empezó por el centro y abrió a la derecha para Bettini que metió un centro "venenoso" que superó a Giovini y Tomás Rambert, sólo tuvo que amortiguar con la cabeza por atrás para hacer explotar al Minella. 

Con el envión, el "torito" salió al complemento decidido a liquidarlo y presionó alto, Belinetz recuperó en tres cuartos de cancha y fue solo contra el arquero, dudó si definir o gambetearlo, la quiso tirar larga y Giovini le adivinó la intención, pero la pelota rebotó en el "9" y terminó en el fondo del arco: 2-0. Ahora sí, la locura era total en las tribunas y la tranquilidad adentro de la cancha. Brown no mostraba argumentos para inquietar y estaba todo a pedir del local, que no encontró la mano de nock out.

Y casi sin pensarlo, los de Lemos se chocaron con el descuento. Otra vez una pelota parada desde la izquierda (así llegó el gol en San Juan) no pudo ser resuelta y Mario Galeano, con algo de fortuna, cabeceó, hizo una rara parábola y se metió contra el caño derecho para darle suspenso. Quedaba media hora por delante y Alvarado no se resignó, siguió yendo, hizo cambios puesto por puesto y siempre estuvo más cerca del tercero que Brown del empate, pero con una diferencia corta. Aplausos para Rambert y Jaurena en sus salidas, hombres frescos (Barbieri y Bogado) para definirlo con espacios en el final, pero no se pudo estirar la cuenta.

No importó. Alvarado había hecho su negocio. Volvió a casa y festejó. Ilusionó a su gente que le dio una bienvenida al 2024 a la altura.