Del Conde de Chikoff a Ricky Martin: las visitas internacionales que pasaron por Mar del Plata

La lista de visitantes notables es tan amplia como heterogénea ya que abarca miembros de la realeza, cantantes, políticos y deportistas. Aquí un muestrario de algunos de los visitantes que engalanaron Mar del Plata.

Freddie Mercury y Queen marcaron un ante y un después en los shows que se realizaron en Mar del Plata. Foto: Gentileza Marcela Pollera

6 de Febrero de 2024 08:53

Por Redacción 0223

PARA 0223

Durante los 150 años de historia de Mar del Plata, fueron muchos los visitantes internacionales que, por diversos motivos llegaron a la ciudad. La lista es tan amplia como heterogénea ya que abarca miembros de la realeza, cantantes, políticos y deportistas. Aquí un muestrario de algunos de los visitantes que engalanaron Mar del Plata.

Un conde suelto en Mar del Plata

Como tantas familias de la elite porteña, el conde Juan Eugenio de Chikoff -que había emigrado a Buenos aires escapando de la Revolución Rusa que terminó con la dinastía zarista-  se sumó a la tradición de pasar los meses de calor en las villas de veraneo que por entonces abundaban en Mar del Plata. Así, según el recuerdo de su hija, la mediática condesa Eugenia de Chikoff, el hombre pasaría durante las décadas del '20 y '30 largas estancias en la ciudad en la que además se dedicaría a instruir y distraer a la aristocracia, que alternaba sus noches en el Club Ocean y el Club Mar del Plata, mientras que por las tardes instruía en esgrima a los jóvenes en el Paseo General Paz.  

Chikoff había nacido en 1896 en Moscú y dedicó su vida a estudiar idiomas y arte. Cuando la Revolución Rusa estalló en 1917, el joven conde se encontraba en París y, según dicen, estaba convencido que la tradición zarista retornaría al poder. Pero, al enterarse que su familia había sido exterminada al igual que otras familias nobles, decidió viajar a Buenos Aires, donde los porteños lo adoptaron como un distinguido miembro de la sociedad. Juan Eugenio de Chikoff nunca olvidó la educación recibida en la Rusia zarista y defendió a ultranza su origen noble. 

“Era un hombre muy distinguido que toda su vida vivió de sus títulos”, explica el Decano del Cuerpo Consular y  Cónsul Honorario de la Federación de Rusia en Mar del Plata, arquitecto Jorge Kuznetzov a 0223.  El noble, que se presentaba como aviador, periodista, jinete y bailarín, contaba con una pequeña fortuna, una vasta educación que incluía el dominio de nueve idiomas y un amplísimo conocimiento en diversas ramas del arte y las reglas de etiqueta. En consecuencia, una vez llegado al país, se dispuso a dar clases de modales, protocolo, ceremonial y danza. 


A poco de llegar, fue anoticiado del fusilamiento de la familia imperial y decidió nacionalizarse argentino y desposar a Adélaïde Baechtel, una francesa de notoria familia, con quien tuvo dos hijos: Jorge y Eugenia. Su heredera, años más tarde, fue mediáticamente conocida como la condesa de Chikoff. “Era difícil convivir con mi padre. Cualquier silla le servía como trono. Era un hombre hermoso y las mujeres eran fatales”, lo justificaba su hija.

Fue él quien le quitó al tango sus movimientos “reos y procaces” y lo introdujo como una danza más de los salones aristócratas. “Él inventó el paso ‘1, 2, 3, 4 y cruce’. Guste o no, pero no lo reconocen porque no les parece bien que un ruso haya sacado del suburbio el tango habiéndolo pulido para que en el Barrio Norte se pudiera bailar”, reveló en una entrevista a La Nación la Condesa años antes de su muerte, en 2013..

Antoine de Saint Exupéry, un principito que planeó sobre la ciudad

En 1930 Mar del Plata contó una visita internacional de renombre que fue toda una novedad para marplatenses y turistas: Mucho antes de escribir la emblemática “El principito” Antoine de Saint-Exupéry asumió la dirección de la Aeroposta Argentina, filial de la Générale Aéropostale de Francia, empresa dedicada al transporte de correo aéreo y, lo primero que hizo al asumir fue  fue crear la línea de la Patagonia, que conectaba Buenos Aires con Río Gallegos. Saint-Exupéry, entendía que era fundamental, debido al incremento población estival marplatense y la necesidad de los habitantes de la ciudad de comunicar a los inmigrantes con sus familias en Europa incluir una estación del correo aéreo postal en Mar del Plata.

Fue así que el 2 de enero de 1930 la Dirección Nacional de Correos y Telégrafos creó la Aeroposta de Verano Mar del Plata, siendo los trayectos: Buenos Aires – Mar del Plata con salida a las 6 horas y llegada a las 8; regreso programado a las 15 y llegada a Buenos Aires a las 17 horas.

El primer vuelo de la Aeroposta fue un Laté 25  piloteado por el propio Antoine de Saint-Exupéry. Llegó a la ciudad a las 8:15 cargando 77 piezas de correspondencia. Según la Lic. María Claudia Armesto, especializada en la obra de Saint Exupéry, “al llegar la alegría fue inmensa. Muchas familias tradicionales de Mar del Plata y de los campos de Monsalvo, hoy Maipú, Pinamar y Madariaga estaban al encuentro de estos grandes que comunicaban los pueblos, las ramas con las raíces familiares, mediante cartas. Sin duda alguna, un modo de acortar las distancias entre esas familias pioneras que tanto extrañaban a sus tierras de origen”, cuenta.

Eduardo de Gales, el príncipe escurridizo

Antes de coronarse como soberano del Reino Unido bajo el nombre Eduardo VIII y convertirse en el primer rey en abdicar al trono "por amor", el príncipe Eduardo de Gales visitó Mar del Plata en dos ocasiones. La última fue en marzo de 1931, cuando Su Alteza Real llegó invitado por el aristócrata  Alberto Enrique del Solar Dorrego, cuya familia pasaba muchos meses en la ciudad y con quien disputó un partido de golf.

El lugar elegido por el Príncipe para hospedarse durante su breve estadía fue el Club House y, durante sus días en Mar del Palta se dedicó a realizar visitas a residencias de familias de abolengo como las hermanas María Unzué de Alvear, Concepción Unzué de Casares y Josefina Unzué de Cobo y llegó hasta la Estancia Chapadmalal de la familia Martínez de Hoz, que lo había hospedado durante su primera visita en 1925.

Lo cierto es que la tarde que encendió las alarmas de la custodia de la Corona en el Golf Club, el Príncpe de Gales, de mal humor y cansado del protocolo, visitas y cocineros vestidos con ropa típica, decidió evadirse por 12 horas una noche y refugiarse en la “Trattoría de Genaro” cerca del Golf Club donde aseguran que quedó tan conforme por el trato cordial que recibió que un día antes de partir a Gran Bretaña fue hasta el local y firmo un retrato para el dueño del comercio y se despidió con un “Hasta pronto”.

En las playas de Mar del Plata aparece el bravo zorro 

En diciembre de 1977, Armando Joseph Catalano -más conocido popularmente como Guy Williams Williams- llegó a Mar del Plata contratado por Antonino Segura, que fue el encargado de negociar tanto con el actor como con Disney el desembarco de “El Zorro” en la temporada marplatense. La apuesta era arriesgada: durante tres meses el actor se presentaría en el circo “Real Madrid” en Juan B. Justo y Edison para combatir con un joven Capitán Monasterio, interpretado por Fernando Lúpiz, por entonces Campeón Nacional de Esgrima. 

Williams aparecía en “Tornado” con la mano alzada, saludando a los miles de niños que lo esperaban expectantes. Después de unas palabras, aparecía el malvado Monasterio y comenzaba la pelea, que duraba varios minutos, con la esperada victoria del justiciero. Si bien la participación del Zorro era de aproximadamente 15 minutos, todos los presentes salían del predio maravillados. De acuerdo a los registros de la época, esa temporada, la empresa que lo contrató recaudó casi dos millones de dólares. 

Durante sus meses en Mar del Plata, Williams se mostró siempre atento con quienes lo reconocían y se acercaban a saludarlo. Recorría los barrios tradicionales de la ciudad con Fernando Lúpiz, que lo había adoptado como a un padre y por unos días se alojó en una casa quinta de siete hectáreas con caballeriza incluida, ubicada en el kilómetro 9.5 de la ruta 88, en Batán. “Estuvo pocos días en la casa de papá, la gente después de su visita marcó la casa como la casa del zorro”, recuerda en diálogo con 0223 Marcela Pollera, propietaria del inmueble. Años más tarde, Freddie Mercury se hospedaría en el mismo lugar.

Freddie Mercury: mega recital, desengaño y reclusión en Batán

Freddie Mercury, Brian May, Roger Taylor y John Deacon llegaron a Mar del Plata el 2 de marzo de 1981 junto a sus familiares, representantes asistentes y equipo técnico. La atención, desde que pisaron suelo marplatense, se centró en Freddie Mercury, que estuvo acompañado por Peter Morgan, su pareja de entonces, y Brian May, que viajó junto a su familia. Apenas arribaron, el staff completo se alojó en el Hotel Provincial.

Hay quienes aseguran que Freddie caminó por la Peatonal San Martín. Lo cierto es que el intérprete sabía que iba a ser imposible poder recorrer la ciudad y disfrutar de la playa con tranquilidad como sí lo hicieron sus compañeros de gira. Por eso, ni bien se registró en el hotel, le pidió a Morgan que se quede en la habitación, propuesta que desechó. En cambio, prefirió salir a dar un paseo por la Rambla. 

Mientras Mercury contemplaba el mar desde la suite presidencial del hotel, observó que Morgan caminaba entre los lobos marinos acompañado por un hombre que el vocalista no conocía. Tuvo una revelación: notó que entre ellos había una relación que excedía la amistad. Cuando Morgan regresó a la habitación ambos protagonizaron una fuerte discusión que desencadenó en la ruptura de la tormentosa relación sentimental que mantenía con el intérprete de “I want to break free”.

Freddie entró en un cuadro depresivo y quiso estar solo y desconectado del ajetreo de la gira. Fue entonces que, con un fuerte operativo de seguridad, el productor Ricardo Pollera le dio alojamiento en su casaquinta de siete hectáreas con caballeriza incluida ubicada en el kilómetro 9,5 de la ruta 88, en la ciudad de Batán.

“Estuvieron tres días y Freddie pasó en casa dos noches. No dejó que nadie lo molestara, estaba súper custodiado", cuenta la hija del responsable del primer mega concierto internacional en Mar del Plata Marcela Pollera, quien advierte que el caserón era conocido hasta ese momento como “La casa del Zorro” porque Guy Williams había estado alojado allí mientras hacía temporada en la ciudad.

"La voz" ¿de incognito en la ciudad?

El 4 de agosto de 1981, luego del segundo recital de Frank Sinatra en el Sheraton Hotel de Buenos Aires, un asistente se acercó al camarín en el que se encontraba el cantante y su círculo cercano y le comunicó que "el Almirante Armando Lambruschini había presenciado el espectáculo y le quería hacer saber al cantante que había disfrutado del show". Ese mensaje, según explican Daniel Mancussi y Sebastián Granda en el capítulo "Luck be a lady tonight" del libro "Operación Sinatra, la Historia secreta de la voz en Buenos Aires", fue clave para iniciar la fallida aventura marplatense de "La voz".

De acuerdo al relato de Ramón “Palito” Ortega, financista del la gira argentina de Sinatra, una vez que Lambruschini, Jefe de la Armada Argentina, subió a la suite del piso 23 en la que se encontraba el cantante, “habló en inglés durante 25 minutos”, por lo que el titular de "Chango Producciones" se vio dificultado para comprender el contenido de la charla.

Lo cierto es que, al día siguiente del encuentro, Harry Wald arribó a las 16.15 en un avión privado al aeropuerto de Camet “en el más bajo perfil posible” y veinticuatro horas más tarde fue recibido por el director general de Casinos, Antonio Bevilaqua, y el gerente del Casino Central, el coronel Benito Rubén Omacheverría, con quienes durante dos horas recorrió las instalaciones del Casino Central y, dicen, “quedó maravillado por su arquitectura”.

La visita se filtró en la prensa que rápidamente se agolpó en la puerta del espacio de juego para consultar sobre la posibilidad de contar con una visita de Sinatra a la ciudad, pero Wald se negó a hacer declaraciones. Sí lo hizo su traductor que aseguró ante los presentes que no se descartaba la posibilidad de organizar una pelea con “Sugar” Ray Leonard, el primer boxeador de la historia profesional del deporte que logró títulos mundiales en cinco categorías. 

Por lo bajo se comenzaba a hablar de la posibilidad de que “La voz” se encargara de los shows que se brindarían en el Casino Central, tal como lo hacía en Las Vegas.

Ni la adjudicación de la concesión del Casino Central, ni la pelea de Sugar Ray Leonard, ni la producción artística de Sinatra y mucho menos la compra del Hotel Galdok fueron posibles y en Mar del Plata el entusiasmo por la posible presentación del artista se esfumó en cuestión de horas. Sinatra estuvo durante diez días en Argentina y dio cuatro shows exclusivos en el Sheraton Hotel y dos recitales "populares" en el Luna Park. La historia dice que las gestiones para que "La voz" llegara al país estuvieron a cargo del productor Ricardo Finkel y el financista fue Ramón Ortega. Entre los marplatenses quedó únicamente el recuerdo popular: “Frank Sinatra estuvo en Argentina, lo trajo Palito y se fundió”.

Artistas internacionales que dejaron su marca en la ciudad 

Desde 1981 hasta la fecha fueron varios los artistas que tuvieron una destacada presentación en diferentes escenarios de Mar del Plata. Entre ellos se destacan, además de Queen, The Police, Rod Stewart, Ricardo Arjona, Ricky Martin, Chayanne, Roxette, Cristian Castro, Shakira, Paulina Rubio, Xuxa y Tarja.