Se negó a declarar el Jefe de Sanidad de la cárcel de Batán: "La droga ingresaba en paquetes de yerba"

Juan Carlos Salas, el Jefe de Sanidad del complejo penitenciario de Batán imputado de dos abusos sexuales contra internos y de solicitar favores sexuales a cambio de drogas y medicamentos, se negó a declarar este viernes ante la fiscal Florencia Salas. 

"Tenemos declaraciones de uno de los internos a que ingresaban en paquetes de yerba Andresito, entre 300 y 400 gramos de cocaína, con marihuana y psicotrópicos y el modus de ingresarlo era que familiares de los detenidos compraban la droga y se le acercaban a esta persona a su lugar de trabajo -el jefe de Sanidad- que luego lo ingresaba al penal con total impunidad", contó la fiscal.

Llegó a conocimiento nuestro que el año pasado se le había incautado una gran cantidad de psicotrópicos y se informó, se hizo una actuación y no llegó a la justicia", aseguró Salas.

En ese marco, explicó que las aberrantes acciones que se conocieron públicamente este jueves, "era una situación que estaba naturalizada en el penal y estaba en conocimiento de personas pero las denuncias no llegaban a los lugares que tenían que llegar. Es una de las tantas cosas que pasan en los penales y a veces la gente lo sabe y no se anuncian. Independientemente por lo que la persona esté privada de su libertad, nadie tiene que sufrir en detención los hechos como los que estamos investigando", razonó la fiscal.

La investigación a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción Nª1 comenzó hace un mes tras los dichos de un interno en una audiencia en el Juzgado de Ejecución Penal y una denuncia de la Comisión Provincial de la Memoria. Los dos relatos que marcaban la entrega de drogas o pastillas a cambio de favores sexuales –con un consentimiento claramente viciado por la vulnerabilidad de la víctima- apuntaban al jefe de Sanidad de las Unidades Penales 15, 44 y 50 de Batán.

Para los investigadores, el accionar del jefe de Sanidad, reiterado en el tiempo, marca una sensación de impunidad a partir de la dependencia a las pastillas que el mismo suministraba a las víctimas. “Él se creía con total impunidad, con una naturalización absoluta de su accionar y por eso se avanzó rápidamente ante el temor que alguna de sus víctimas lo pusiera alerta sobre la investigación en curso”, dijeron las fuentes consultadas por este medio.