Día Mundial de la Seguridad del Paciente: "La atención sanitaria es una tarea conjunta"

La plaza del Congreso, ubicada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba), fue “pintada” con banderas naranjas con los nombres de un centenar de víctimas, acompañadas también por otras de color blanco con los nombres de más de 100 profesionales de la salud de todo el país. Dicha conmemoración se enmarcó en la celebración del Día Mundial de la Seguridad del Paciente -celebrada cada 17 de septiembre- y fue impulsada por la fundación “Patient Safety Movement”, la ONG “Por la vida y la salud, por vos, por mi y por todos", y con el auspicio de la escuela superior de medicina de la Universidad Nacional de Mar del Plata (Unmdp).

Por su parte, las fundaciones que participaron de la jornada expresaron: “Manifestamos que el desafío de mejorar la seguridad de la atención sanitaria es una tarea conjunta, en la que solo avanzaremos en la medida que profesionales y pacientes co-diseñemos en sociedad las estructuras y procesos para que el sistema de salud sea más seguro y confiable, así como también más humanizado”.

Fue así como la plaza del Congreso de la nación se iluminó de naranja, símbolo sugerido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para expresar preocupación por los daños que el sistema de salud produce y ha llamado a tomar acciones a los países para reducir su impacto.

“Diagnósticos correctos, pacientes seguros”, fue el lema que propuso la OMS este año. Además informaron que a pesar de no haberse realizado estudios en Argentina, a nivel mundial ha sido planteado como un problema serio de seguridad. Por lo cual, afirmaron: “Es necesario reformular el sistema de salud para que sea seguro, confiable y humanizado, y necesario abordar de manera sistémica el problema de los errores de diagnóstico, para reducir su impacto.

Finalmente, anunciaron que luego de un evento adverso son 3 las víctimas: el paciente y su entorno (más importante); el profesional de la salud, que luego del daño tiene altas posibilidades de ser afectado profesional, psíquica o físicamente; y el sistema mismo, por los enormes costos que producen y la pérdida de confianza que está afectando al sistema.