A un comedor le llegó una factura de $325 mil: tiene una semana para pagar o le cortan la luz
El comedor "Amiguitos" del barrio Parque Peña de Mar del Plata pide ayuda para poder pagar la boleta de luz. "La estamos pasando realmente mal", aseguraron.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Un comedor del barrio Parque Peña de Mar del Plata vive una situación asfixiante: tiene una semana para pagar la boleta de luz o le cortan el suministro. En los últimos días, el espacio social y comunitario recibió una factura bimestral por más de $325 mil, un monto impagable. Por eso, su responsable apela a la empatía y solidaridad de la población.
El comedor "Amiguitos" está ubicado en Tapia al 6675 desde hace 16 años. En la actualidad, asiste a 100 chicos de 55 familias a los que les entrega un plato de comida los viernes por la tarde noche.
Por esta fecha transitan días sumamente inquietos después de recibir las facturas de luz por el consumo correspondiente a mayo, junio y parte de julio. En total, tienen que pagar $325.513,69 de dos boletas cuyo pago adeuda desde principios de agosto y septiembre, respectivamente.
Además del elevado monto, el problema es que el tiempo la apremia. Ante las deudas contraídas, Edea, la empresa distribuidora eléctrica, se apersonó para intimarla a pagar en el plazo de una semana. De lo contrario, le cortarán el suministro. "Ayer vinieron de vuelta y si no pago el viernes que viene me cortan la luz", contó Belén Alanis, la responsable de "Amiguitos", a 0223.
La mujer confió que meses atrás pagaba boletas de alrededor de $50.000 pero ahora los montos se triplicaron. "Tengo una depresión. Uno no sabe qué hacer. A mí no me ayuda nadie y hago todo a pulmón. Es una locura lo que me vino de luz", aseguró.
A contrarreloj, Belén apela a la solidaridad de la población que la pueda ayudar y dispuso el alias Belenalanis1 de la cuenta de Mercado Pago para aquellos que quieran colaborar económicamente para ayudar a pagar las facturas.
La responsable del comedor de Parque Peña reconoció que en los últimos meses se acrecentaron las necesidades en el barrio y que, al mismo tiempo, la colaboración mermó producto de la crisis generalizada que se vive. "La gente ya no trae tanto como antes. Dejó de donar porque aumentó todo", confió.
En este marco, la mujer invitó también a quienes puedan a acercar algún alimento no perecedero al espacio de Tapia al 6675 para poder garantizar la asistencia a los más necesitados. "La estamos pasando realmente mal", concluyó.
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