Fueron una moda a fines de los ´90 y terminaron cancelados: ahora vuelven a protagonizar el debate en Mar del Plata

Un proyecto busca eliminar la ordenanza que regula y limita la venta de punteros láser. "La sobrerregulación normativa afecta la libertad individual", dicen desde el Pro. Oftalmólogos advierten por los peligros que pueden generar en la vista, sobre todo en menores.

La normativa vigente se pensó desde una perspectiva sanitaria. Ahora desde el Pro se plantea su eliminación.

29 de Enero de 2025 10:02

Por Redacción 0223

PARA 0223

No debe existir en Argentina una persona de entre 35 y 45 años que a fines de los ´90 no haya tenido o anhelado tener un puntero láser. Elemento imprescindible para bromas o maldades de todo tipo, con el tiempo se fue tomando dimensión de los peligros que podían acarrear para la salud, por lo que su uso comenzó a ser limitado hasta prácticamente pasar al olvido. Como toda moda.

Ahora, un cuarto de siglo después el tema vuelve a instalarse en la agenda política de Mar del Plata, luego que un concejal del Pro presentara un proyecto para eliminar la ordenanza que regula y limita la venta de los punteros láser en la ciudad. “Es una regulación excesiva y carente de sentido práctico”, indicó Julián Bussetti en el texto elevado al Concejo Deliberante en las últimas horas.

La Ordenanza 12.760 fue sancionada el 12 de agosto de 1999 y allí se establece que los punteros láser solamente pueden ser vendidos en librerías y ópticas a mayores de 18 años, estando prohibida su comercialización en otros rubros o por medio de la venta ambulante. Además, obliga a que en los locales habilitadas se instale una leyenda que advierta sobre los peligros para la salud.

En General Pueyrredon, los punteros láser solo se pueden comercializar en librerías y ópticas.

El proyecto había sido presentado en febrero de ese año por el concejal Fernando Rodríguez Facal, del Partido Justicialista, y rápidamente cosechó el apoyo del gobierno de Elio Aprile y del resto de los bloques. Entre los ediles que lo aprobaron figuran algunos de renombre como los luego intendentes Daniel Katz y Gustavo Pulti, y la dirigente radical Vilma Baragiola.

La propuesta surgía a raíz de las cada vez más constantes advertencias de los expertos en oftalmología, respecto a las lesiones en la arquitectura de la retina que puede generar la exposición momentáneamente al haz de un láser, algo que afecta aún más a los menores de edad. Esos riesgos se mantienen al día de hoy, más allá que la utilización de los punteros dejó de tener la prominencia de hace 26 años, cuando surgió la necesidad de legislar.

Sin referencias a la cuestión sanitaria, Bussetti justificó la necesidad de eliminar la ordenanza en la importancia de “actualizar y derogar legislación obsoleta en el Partido de General Pueyrredon para adaptarse a las necesidades actuales y los nuevos tiempos que acontecen en nuestra ciudad”.

Julián Bussetti, concejal del Pro, sostiene que la ordenanza afecta "la libertad individual".

“Estas regulaciones imponen complicaciones al normal devenir ciudadano” donde “la sobrerregulación normativa no sólo genera un obstáculo a las actividades económicas, sino que, en muchos casos, afecta la libertad individual y va en detrimento de la eficiencia en la gestión pública y el desarrollo privado”, indicó Bussetti, quien agrega que normas como esta ordenanza “priorizaban el control estricto sobre las actividades de la ciudadanía, imponiendo regulaciones y prohibiciones que han perdido sentido en el contexto actual”.

Además de la Ordenanza 12.760, el proyecto del concejal del Pro apunta a eliminar otras normativas completas o artículos de ellas, como la Ordenanza 13.741 que prohíbe la venta del juego Carmaggedon (señalado en su momento como generador de violencia), una reglamentación sobre la construcción de canchas de tenis, otra que reglamenta los días en que se pueden extraer minerales de tercera categoría y otra que regula el funcionamiento de las playas descubiertas de estacionamiento.