Liberan a tres de los policías detenidos por el crimen de Matías Paredes
La medida alcanza a Julio Rufino Gerez, Javier Yancamil Masia y Héctor Murray. Seguirán detenidos Juan Molina por el homicidio y Emiliano Flores por la tentativa de homicidio.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Tres de los cinco policías que estaban detenidos en la causa por el asesinato de Matías Paredes recuperarán la libertad en las próximas horas luego de que la Cámara de Apelación y Garantías revocara la decisión del Juzgado de Garantías y dictara la falta de mérito Julio Manuel Rufino Gerez, Javier Yancamil Masia y Héctor Daniel Murray están imputados del delito de homicidio doblemente agravado en grado de tentativa
En la resolución dictada hace pocos minutos, los jueces Adrián Angulo y Marcelo Medina confirmaron la decisión del Juzgado de Garantías N°2 que convirtió la prisión preventiva la detención de Emiliano Flores en orden a su autoría en el hecho calificado como homicidio doblemente agravado en grado de tentativa. El otro detenido es Juan Molina, imputado por homicidio agravado ya que fue el autor de los disparos que terminaron con la vida del joven.
Tal como se adelantó oportunamente, Molina y Flores confirmaron en sus declaraciones que efectuaron disparos con sus armas de fuego reglamentarias, algo señalaron las pericias balísticas. Molina relató haber visto un objeto plateado en el auto donde iba la víctima y escuchar una detonación antes de abrir fuego.
En su resolución de once páginas los miembros de la Sala II consideraron que la situación de Rufino Gerez, Murray y Masí “debió estructurarse no sobre el rol desplegado en la maniobra de encerramiento e interceptación del Fiat Palio, sino en orden a la afectación de la integridad física y la vida de sus ocupantes”.
En sintonía con uno de los argumentos planteados por el abogado penalista Osvaldo Verdi -en nombre de Gerez-, sostuvieron que "ello es así, porque mientras cualquier supuesto de autoría (directa o mediata, única o plural) se caracteriza por el dominio del hecho -con todas las consecuencias que ello implica-, toda participación implica la intervención en el injusto del autor principal sin dominarlo, lo que no autoriza -en el contexto en el que se inscriben las conductas de Rufino Gerez, Masía y Murray- a una valoración de sus conductas que prescinda de los presupuestos ineludibles para una imputación penal, tal como la existencia de alguna forma de acción que contribuya a la configuración del suceso tipificado como homicidio”, argumentaron.
Para los jueces el no haber llevado uniforme policial no responde a una decisión libre de los imputados, sino que obedecía a una exigencia impuesta por quien había impartido la orden del servicio que estaban cumpliendo, al igual que el uso de vehículos particulares. En el mismo indicaron que no decidieron ni ejecutaron la interceptación del Palio, ni tampoco dispararon por lo que no puede predicarse a su respecto que tenían obligación de identificarse previamente; lo que sí era exigible para quienes dispararon.
“En definitiva, se trató de un procedimiento legal y legítimo, en el cual no hubo una emboscada decidida en conjunto, de manera tal que los aportes que gobiernan la construcción de la participación de Rufino Gerez, Murray y Masía, solo están verificados en orden a los momentos lícitos del procedimiento, sin que hayan introducido riesgos prohibidos mientras Molina y Flores disparaban. Ello no permite, de momento, sostener, en los términos del art. 45 del Código Penal, que hayan tomado parte de la conducta tipificada como "homicidio" y atribuida en grado consumado y a título de autor a Juan Manuel Molina”, concluyeron.
El hecho
El crimen de Matías quedó registrado por la cámara de Polonia y Fortunato de la Plaza en la que se ve cómo a la 1:36 de la madrugada del 6 de febrero el Fiat Palio en el que iba Paredes con dos amigos, llegó a esa intersección con una camioneta Ford Ecosport –en la que iban tres policías de civil de diferentes comisarías- por detrás, a muy poca velocidad, sin sospechar lo que iba a ocurrir de repente.
Al parar en el semáforo, tal cual contó Emanuel, el conductor del Palio, apareció de costado el Volskwagen Bora con otros dos efectivos que se le cruzó por delante. La secuencia dura apenas un par de segundos, y se ve cómo cuando los policías, vestidos de civil, descienden de ambos vehículos de manera coordinada, el Palio arranca para tratar de evitar lo que parecía un robo y los efectivos les disparan al menos siete balazos en una ráfaga mortal.
Dos de esos disparos dieron en el cuerpo de Matías, de acuerdo a lo que reveló la autopsia, quien iba sentado en el asiento de atrás y llegó sin vida al Higa luego de que sus familiares lo sacaran del coche que detuvo su marcha al cruzarse con un patrullero.
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