Proceder correcto, la clave para liberar a tres de los policías detenidos por el crimen de Matías Paredes

Apenas conocida la decisión de la Sala II de la Cámara de Apelación y Garantías que dictó la falta de mérito de los policías Julio Manuel Rufino Gerez, Javier Yancamil Masia y Héctor Daniel Murray en la causa por el crimen de Matías Paredes, sus defensores coincidieron en que la medida fue justa porque analizó cada actuación por separado y estableció que tuvieron un correcto accionar.

En la resolución que 0223 adelantó el viernes al mediodía, los jueces Adrián Angulo y Marcelo Medina también confirmaron la decisión del Juzgado de Garantías N°2 que convirtió la prisión preventiva la detención de Emiliano Flores en orden a su autoría en el hecho calificado como homicidio doblemente agravado en grado de tentativa. El otro policía que permanece detenido es Juan Molina, imputado por homicidio agravado ya que fue el autor de los disparos que terminaron con la vida del joven.

Para el abogado Osvaldo Verdi –como abogado de Gérez- la resolución fue justa y analizó profundamente lo acontecido en la zona de Fortunato de la Plaza y Polonia. “Por un lado separa los actos de servicio válidos y correctos de la iniciativa homicida de quien comete el crimen”, señaló.

“Separa el accionar de unos y otros de modo correcto porque los tres estaban cumpliendo una orden de servicio y no se apartaron de la misma. Los otros (Molina y Flores) si la excedieron por eso la situación de unos y otros no podía tratarse de manera conjunta”, agregó.

Por su parte, el abogado Joaquín Raña que junto a Natalia Jait tiene a su cargo la defensa de Murray y Masia señaló que la resolución confirmó el planteo que realizan desde el primer día de no rotular a todos los intervinientes como ‘policías’ y presumir responsabilidad colectiva. 

Para el profesional, la Sala II de la Cámara realizó el análisis caso por caso y verificó que la intervención de sus defendidos se redujo a tareas de apoyo y seguimiento, sin generar riesgos ni participar en los disparos fatales.

“Su proceder fue correcto y se ajustó a protocolo: no decidieron la detención intempestiva del Fiat Palio, no accionaron sus armas y tampoco diseñaron la maniobra de cierre. En consecuencia, mal podía mantenerse una prisión preventiva basada en conjeturas generales sobre la actuación del resto del personal”, le dijo a este medio.

Para Raña la resolución es un llamado de atención a la investigación porque cada conducta debe valorarse individualmente, respetando el principio de personalidad de la pena y las garantías de debido proceso. “Murray y Masia recuperan su libertad porque, simplemente, no hay indicios serios que los vinculen con el resultado homicida”, concluyó.

El hecho

El crimen de Matías quedó registrado por la cámara de Polonia y Fortunato de la Plaza en la que se ve cómo a la 1:36 de la madrugada del 6 de febrero el Fiat Palio en el que iba Paredes con dos amigos, llegó a esa intersección con una camioneta Ford Ecosport –en la que iban tres policías de civil de diferentes comisarías- por detrás, a muy poca velocidad, sin sospechar lo que iba a ocurrir de repente.

Al parar en el semáforo, tal cual contó Emanuel, el conductor del Palio, apareció de costado el Volkswagen Bora con otros dos efectivos que se le cruzó por delante. La secuencia dura apenas un par de segundos, y se ve cómo cuando los policías, vestidos de civil, descienden de ambos vehículos de manera coordinada, el Palio arranca para tratar de evitar lo que parecía un robo y los efectivos les disparan al menos siete balazos en una ráfaga mortal.

Dos de esos disparos dieron en el cuerpo de Matías, de acuerdo a lo que reveló la autopsia, quien iba sentado en el asiento de atrás y llegó sin vida al Higa luego de que sus familiares lo sacaran del coche que detuvo su marcha al cruzarse con un patrullero.