Fútbol inglés sacudido por escándalo: el jugador culpable de más de 6.000 apuestas ilegales
Un jugador de la cuarta división del fútbol inglés fue sancionado con 42 meses tras admitirse que realizó miles de apuestas, incluso en contra de sus propios equipos.
Por Redacción 0223
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El fútbol inglés vuelve a estar en el ojo del huracán tras conocerse el escándalo que involucra a Ryan Bowman, delantero de 33 años que militaba en el Cheltenham Town. La Football Association (FA) ha anunciado una suspensión sin precedentes: 42 meses fuera de toda actividad profesional, luego de hallarse culpable de realizar un total de 6.397 apuestas deportivas, muchas de ellas relacionadas con partidos en los que él mismo participó.
Lo más grave del caso no solo es el volumen de las apuestas, sino su naturaleza. Bowman admitió haber apostado en contra de los equipos en los que jugaba, un hecho que viola de forma directa la integridad del deporte. En otras ocasiones, llegó incluso a apostar a favor de sí mismo en el mercado de goleador, poniendo en duda la legitimidad de algunos resultados y actuaciones individuales. La FA consideró estas acciones como una de las peores infracciones al reglamento en los últimos años.
Si bien Bowman ya no pertenecía activamente al plantel, su nombre quedó fuertemente ligado al club de Gloucestershire, generando un impacto mediático negativo. Cheltenham Town emitió un comunicado deslindando responsabilidades y reafirmando su compromiso con las reglas y la ética del fútbol profesional. Sin embargo, el daño reputacional ya está hecho y el club intenta distanciarse de cualquier tipo de vínculo con el escándalo.
La sanción impuesta a Bowman se enmarca en una postura cada vez más estricta de la FA respecto a las apuestas dentro del fútbol inglés. Casos recientes como los de Ivan Toney (Brentford) y Sandro Tonali (Newcastle) ya habían encendido las alarmas, pero la magnitud de este caso supera todo lo conocido hasta ahora. La entidad busca enviar un mensaje claro: cualquier tipo de actividad vinculada a las apuestas será castigada con la mayor severidad.
Según fuentes cercanas, Bowman se encuentra en estado de shock por la sanción, aunque admitió su responsabilidad completa. El futbolista habría desarrollado una adicción al juego durante los últimos años, una problemática que afecta a más jugadores de lo que suele conocerse públicamente. La FA también abrió un canal de asistencia psicológica para futbolistas que puedan estar atravesando situaciones similares.
Este episodio no solo afecta al Cheltenham Town, sino que reabre el debate sobre la salud mental de los jugadores en las categorías inferiores del fútbol inglés. Con menor supervisión y mayores presiones económicas, muchos profesionales son más vulnerables a este tipo de tentaciones. El caso Bowman será recordado como un antes y un después en la lucha contra las apuestas ilegales en el fútbol de Inglaterra.
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