Beatriz, la campeona apasionada

8 de Marzo de 2014 11:11

Desde que ingresó al Círculo Deportivo de Lisiados, en el '82, Beatriz Greco practicó todos los deportes habidos y por haber. Desde atletismo hasta maratón con silla de ruedas. Pero se decidió por la natación, la disciplina que -al final de cuentas- más alegrías le dio.

Apenas seis años después de haber empezado a entrenar participó de los Juegos Paralímpicos de Seúl, de donde trajo una medalla de plata y otra de bronce. Ese viaje fue uno de los más grandes desafíos de su vida: faltaba apenas una semana para que empezara la competencia y ella no tenía pasaje ni dinero para comprarlo. El regreso a casa, cuenta, fue sin pena ni gloria.

En los Paralímpicos de Inglaterra '89 la cosa cambió: hubo sponsor, seis medallas de oro y un recibimiento inolvidable. “Fue una locura. Tardé cuatro horas para llegar desde el aeropuerto hasta la municipalidad. Me decían que saludara, que había mucha gente”, se acuerda, emocionada.

Los campeonatos siguieron en el '90 en Holanda, Venezuela e Inglaterra y fueron los últimos hasta, ni más ni menos, doce años después. El casamiento, la llegada de los hijos lo postergó todo. Ella lo prefirió así. “Le quise dedicar a mi familia el mismo tiempo que le había dedicado al deporte”, explica.

En su regreso a los andariveles, durante los Juegos Parapanamericanos de Mar del Plata 2003, demostró que su estado físico era óptimo. No sólo se alzó con cuatro medallas de oro, sino que además superó la mejor marca en los 100 metros estilo pecho. Esa sí fue la última vez que compitió en natación. Pero tampoco se alejó demasiado: ahora se dedica al remo y forma parte de algunos torneos nacionales. Le apasiona, siente orgullo. De eso se trata.


Foto: Romina Elvira