Cincuenta mil argentinos sacuden la calma de Belo Horizonte

La capital de Minas Gerais recibe a los hinchas de la Selección, que asistirán este sábado al partido con Irán. La tranquilidad de esta ciudad se ve alterada por primera vez en la Copa.

El barrio de Savassi, el más elegido por los hinchas argentinos para vivir la previa del partido con Irán (Foto: 0223).

20 de Junio de 2014 19:28

En el día de la bandera, los colores celeste y blanco flamean con fuerza y pasión en la poblada ciudad de Belo Horizonte, la capital del estado de Minas Gerais que fue elegida por la Selección argentina de Sabella para su concentración durante la Copa del Mundo. Este sábado el equipo será más local que nunca, cuando desde las 13 enfrente a Irán, por la segunda fecha del Grupo F, en el renovado estadio Mineirâo.

De acuerdo a la información brindada por el Consulado Argentino en Minas Geráis a 0223, en un puesto especial ubicado en la terminal rodoviária de ómnibus, entre los que llegaron y están por llegar, se espera la presencia de 50 mil a 70 mil argentinos.  “Tengan cuidado, muchos vienen sin entrada y van a buscar ingresar al estadio de cualquier forma”, advierten. El miércoles, en el estadio Maracaná, se produjeron incidentes cuando hinchas chilenos ingresaron sin tickets para ver el encuentro con España. Falló la seguridad, la FIFA se disculpó y anunció, junto al gobierno brasilero, el refuerzo en cada uno de los escenarios. Por tal motivo, están llegando para el partido de Argentina centenares de policías de pueblos cercanos a Belo Horizonte. 

La ruta Río-Belo, repleta de argentinos

Después del encuentro ante Bosnia, miles de argentinos se quedaron en Río de Janeiro haciendo base a la espera del partido de mañana ante Irán. Los que vinieron a Brasil en sus autos particulares, se los observó sobre la sinuosa autovía 040 camino a Belo Horizonte. Otros, sacaron con anticipación vuelos directos a precios económicos. Pero mayoritariamente, el ómnibus fue la vía más elegida. Las empresas Util y Cometa son las que ofrecen el servicio en diversos horarios, con precios que van desde los 80 a 108 reales (400 a 550 pesos argentinos, tomando el cambio “blue”).

Este cronista tomó a las 9 de la mañana uno de esos colectivos. Los 44 asientos (“poltronas”, en portugués), excepto por cuatro iraníes, estaban ocupadas por argentinos. El viaje fue extenso (7 horas) para unir los 432 kilómetros de distancia con Río de Janeiro. Los primeros 150 kilómetros, tuvieron como paisaje la impresionante mata atlántica: entre morros, curvas, precipicios y mucha naturaleza como paisaje para apreciar. 

Al llegar a Belo Horizonte, la policía rodoviária federal frenó el ómnibus para un exhaustivo control, en el cual solicitó bajar todo el equipaje. Un hombre de la fuerza subió al micro, saludó a los argentinos y les deseó una buena estadía, mientras una compañera suya filmaba ese instante. La demora no fue mayor a 15 minutos, y todo continuó con normalidad.

Al llegar a la terminal rodoviária (antigua, estéticamente “venida abajo”), un puesto del Consulado Argentino recibió a los hinchas con amables voluntarios locales que entregaron muy buena información: una “guía del aficionado”, otra “guía de movilidad” y un amplio mapa de la ciudad, con el estadio Mineirâo destacado para informar cómo llegar a él.

A propósito, para asistir al partido recomiendan salir temprano. El Mineirâo está a 8 kilómetros del centro de la ciudad, en la zona norte y cercano a la Laguna de Pampulha. Muchas líneas de colectivos estarán repletas y llevaran a todos los hinchas. 

La gentilidad de esta población se palpa en cada esquina. Ciudad de trabajadores, acostumbrada al fútbol por la importancia de los clubes Cruzeiro y Atlético Mineiro (donde juega Ronaldinho), por unas largas horas recibe a los argentinos en la previa de un partido mundialista. Su tranquilidad habitual se ve alterada, pero eso no modifica en nada la buena predisposición para sus vecinos continentales.