River se metió entre los ocho

FÚTBOL. En el partido que completó el cuadro de octavos de final del Torneo Clausura que organiza la Liga Marplatense, River Plate derrotó a El Cañón por 2 a 1 y consiguió el pasaje a los cuartos donde se medirá ante un diezmado Círculo Deportivo que sufrió la suspensión de nueve jugadores por los incidentes del sábado. De esta manera, se suma al equipo de Otamendi, Kimberley, Boca, Independiente, Unión, Atlético Mar del Plata y Cadetes. FÚTBOL. En el partido que completó el cuadro de octavos de final del Torneo Clausura que organiza la Liga Marplatense, River Plate derrotó a El Cañón por 2 a 1 y consiguió el pasaje a los cuartos donde se medirá ante un diezmado Círculo Deportivo que sufrió la suspensión de nueve jugadores por los incidentes del sábado. De esta manera, se suma al equipo de Otamendi, Kimberley, Boca, Independiente, Unión, Atlético Mar del Plata y Cadetes.
River y El Cañón debían jugar el sábado en segundo turno de la cancha de San Lorenzo, pero por los incidentes de público conocimiento entre Urquiza y Círculo Deportivo, el árbitro Gabriel Millas decidió suspenderlo. Por eso, este miércoles se pusieron al día y el que más lo sufrió fue el conjunto tricolor, ya que no pudo contar con uno de sus centrales Julio Colacci.
Sin embargo, las cosas no le salieron tan mal y, por intermedio de Joaquín Neme, que definió suave ante la salida de Torresani, se puso en ventaja promediando la primera mitad y le pasó la responsabilidad a River que debía salir a buscar en la segunda parte y con viento en contra. Además, lo mostrado por los de Luis Machado en la inicial no hacían prever una remontada en el complemento.
Pero a los 7’, hubo un cambio que quebró el encuentro. El ingreso de Damián de Hoyos por Muñiz le dio una brisa de aire fresco a los “triperos”, contagió a sus compañeros y en un abrir y cerrar de ojos se encargó de dar vuelta la historia. Porque, literalmente, los “caminó” a sus rivales. El ex Barracas Central, que ya había brillado en River y Atlético Mar del Plata, le agregó a su velocidad y técnica, potencia física. Demasiado para los defensores de El Cañón, que ya sufrían el desgaste de una cancha tan grande y se encontraron con un jugador que entró dispuesto a encararlos. Y vaya si los encaró. Tres minutos después de entrar, empezó a correr por izquierda, parecía que la pelota se le iba larga, pero la punteó y siguió, se sacó de encima a tres defensores a la carrera y tocó al medio para la llegada de Sotelo que, con el arco vacío, sólo la tuvo que empujar.
Con el partido igualado, el control se hizo todo de River. El equipo albirrojo empezó a inclinar la cancha hacia el arco de Zabala y el segundo se veía venir. Pero le faltaba profundidad y no podía desnivelar pese al dominio. Entonces, hizo lo que debía hacer. Se la dio a De Hoyos y la “Garza” empezó a correr. Punteada ante un defensor, otros tres en el camino, centro atrás y toque goleador de Pedrozo para que exploten los “triperos” que se acercaron al Santo.
La parte final del juego fue con El Cañón buscando desesperadamente el empate y llenando de centros el área de Torresani que respondió con solvencia junto a los centrales Castro y Sequeira. Cada contra para River parecía ser el tercero, pero por el cansancio o las malas elecciones en los metros finales no lo pudo anotar y terminó sufriendo.
Sufrimiento que se transformó en algarabía cuando Millas pitó el final del encuentro y lo depositó a River en cuartos de final, donde espera a Círculo Deportivo, uno de los responsables de que el juego no se jugara el sábado y que este miércoles se encontró con la noticia que no podrá contar con nueve de sus jugadores por aquella batahola que empañó el fútbol local.

AUTOR / FUENTE: Sebastián Lisiecki